La psicología positiva lleva tiempo intentando descifrar qué prácticas cotidianas son realmente efectivas para mejorar el bienestar. Aunque la industria del “self care” ofrece desde libros hasta terapias costosas, la ciencia insiste en que los cambios más significativos pueden estar al alcance de cualquiera. Y uno de ellos, según múltiples estudios, tiene que ver con un gesto tan sencillo como mantener el orden en el hogar.
Puede parecer trivial, pero la evidencia científica es clara, y dice que el entorno influye directamente en la mente. No se trata solo de estética o de comodidad, sino de un hábito que fortalece la autoestima, la claridad mental y hasta la productividad en el trabajo. La psicología positiva ha demostrado que un espacio organizado es, en muchos casos, el primer paso hacia una vida más equilibrada y satisfactoria.
2Según la psicología positiva hay un mayor impacto si se hace en diferentes contextos

La psicología positiva no se limita al ámbito doméstico, también analiza cómo influye el entorno laboral en el bienestar. Y aquí los resultados son similares, y afirman que un escritorio abarrotado de papeles, tazas y objetos innecesarios no solo incomoda, sino que satura al cerebro y disminuye la concentración. Por eso, los especialistas recomiendan mantener espacios de trabajo ordenados como estrategia directa para reducir el estrés y mejorar la productividad.
Un estudio publicado en ‘Nature Human Behavior’ advertía que muchas técnicas populares de bienestar carecen de sustento científico, pero en el caso del orden la correlación con la salud mental es consistente. Lo interesante es que no hacen falta limpiezas profundas ni maratonianas jornadas de organización, basta con dedicar pocos minutos diarios a poner cada cosa en su sitio para marcar la diferencia entre una jornada tensa y otra más llevadera.