El pulso entre los promotores de la Fórmula 1 en Madrid y los vecinos afectados por el circuito urbano de IFEMA sube de tono una vez más. Por este motivos, la plataforma Stop Fórmula 1 Madrid ha convocado una protesta mañana domingo en la Puerta del Sol, y de esta formar, poder denunciar lo que califican como un “proyecto disparatado y especulativo” que amenaza la calidad de vida en los barrios circundantes. Los vecinos de Hortaleza y Barajas, unidos en esta plataforma, quieren acudir a un punto tan simbólico de la capital para visibilizar su rechazo a un evento que, según ellos, solo traerá ruido, contaminación, problemas de movilidad y la tala de cientos de árboles.
La construcción del circuito, que acogerá el Gran Premio de España de Fórmula 1 a partir del próximo año, se está llevando a cabo a contrarreloj en los recintos feriales de IFEMA, justo en frente de zonas residenciales. La plataforma Stop Fórmula 1 Madrid se ha convertido en el principal altavoz de la indignación de los vecinos. En su protesta, han querido recalcar que sus barrios no son un circuito y que las promesas de beneficio económico no compensan el grave deterioro ambiental y social que, aseguran, provocará el evento.
DENUNCIAN LA «TORTURA» DE LAS OBRAS Y EL RUIDO
Una de las principales preocupaciones de la plataforma es la “fortísima contaminación acústica y atmosférica” que generará el Gran Premio. Según sus portavoces, los propios estudios previos del proyecto ya reconocen que el circuito superará los niveles de ruido legalmente admisibles. «Para la celebración de la Fórmula 1 es necesario que el Ayuntamiento suspenda temporalmente la ordenanza sobre niveles de ruidos admisibles», denuncian, evidenciando una situación que consideran intolerable y perjudicial para la salud y el descanso de miles de residentes.

Además del impacto acústico, los vecinos se quejan de la “tortura” que suponen las obras, que se están realizando incluso en horario nocturno, alterando el sueño de la comunidad. Las obras, adjudicadas a las empresas Acciona y Eiffage por más de 83 millones de euros, ya han provocado la tala y el trasplante de cientos de árboles, algunos de ellos centenarios, como los olivos de la Vía de Dublín que fueron arrancados en pleno mes de julio con temperaturas cercanas a los 40 grados.
CINCO MESES DE OBRAS ANUALES Y UN «DESPILFARRO» PÚBLICO
La plataforma Stop Fórmula 1 Madrid alerta de que el sufrimiento de los vecinos no se limitará a la fase de construcción. El contrato del Gran Premio, que se extenderá por diez años, implicará «cinco meses de obras anuales»: tres meses de montaje y mes y medio de desmontaje. Este largo periodo, sumado a los problemas de movilidad, la interrupción del transporte público y la congestión del tráfico, convertirá la vida de los residentes en una auténtica pesadilla. Los vecinos temen que el circuito albergue más carreras en el futuro, intensificando aún más el impacto.
Otro de los puntos de crítica es la “falta de transparencia” del proyecto. La plataforma denuncia que la iniciativa se ha desarrollado sin las debidas consultas a la ciudadanía, especialmente a la más directamente afectada.
Por último, los manifestantes han puesto el foco en el «despilfarro de fondos públicos» que, según ellos, supone la construcción y mantenimiento del circuito en IFEMA. Han citado el ejemplo de Valencia, donde la Fórmula 1 dejó una deuda de 300 millones de euros que tuvo que ser asumida por los ciudadanos, y han advertido que en Madrid podría ocurrir lo mismo. Se teme que los grandes beneficios vayan para unos pocos mientras las pérdidas que suponga el proyecto las acabemos pagando los madrileños a través de dinero público, que dejará de invertirse en actividades de interés social», concluye la plataforma, que continuará su lucha en las calles y en los tribunales para detener un proyecto que, a su juicio, beneficia a unos pocos a costa del bienestar de muchos.

RESPUESTA DE AYUNTAMIENTO Y COMUNIDAD DE MADRID
Y es que guste o no la cuenta atrás para el Gran Premio de España de Fórmula 1 en Madrid ha comenzado, y con ella, el debate sobre el coste de acoger un evento de esta magnitud, como desde hace unos meses venimos comentando en este medio. Mientras el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid defienden el proyecto por sus esperados beneficios económicos y la proyección internacional, los vecinos de los barrios cercanos a IFEMA, donde se construirá el circuito, se muestran escépticos y preocupados por el impacto que tendrá en su calidad de vida.
Las autoridades madrileñas justifican la inversión en la Fórmula 1 como una oportunidad única para la ciudad. Aseguran que el Gran Premio no solo atraerá a un gran número de turistas y generará miles de empleos, sino que también servirá para consolidar a Madrid como una potencia mundial en el ámbito del automovilismo y el deporte. Uno de los objetivos de las actuales legislaturas populares dentro de la Región y la capital.
Para contrarrestar las preocupaciones de los residentes, el Ayuntamiento y la Comunidad han presentado un paquete de medidas para mitigar las molestias. Entre ellas, destaca la instalación de barreras acústicas a lo largo del trazado para reducir el ruido, así como la modificación de los accesos en barrios como Valdebebas para gestionar el intenso tráfico de personas y vehículos. Además, se ha elaborado un plan de gestión de residuos que prevé la recogida de hasta 12 toneladas de basura durante la competición.
En el plano ambiental, se ha incluido una compensación por la tala de árboles, obligando a los promotores a replantar especies y encargarse de su mantenimiento. También se ha fijado una regulación de horarios, limitando las actividades del circuito hasta las 23:00 horas y descartando el uso de helicópteros con hélices ruidosas. Unas medidas que todavía no convencen a las plataformas vecinales que siguen en lucha para evitar el polémico evento.
Además, para darle más morbo a la disputa el Gran Premio de España, que se disputará en el trazado madrileño de Madring del 11 al 13 de septiembre de 2026, tendrá hoy en la Puerta del Sol la cuenta atrás para su estreno con un contador gigante, según un comunicado de la organización del evento.

La Puerta del Sol será testigo del inicio de la cuenta atrás para el regreso de la F1 a Madrid el año que viene, con el GP de España que se celebrará en Madring. Y la organización, cuando resta justo un año para que se apegue el semáforo y arranque la carrera en el trazado madrileño, escenificará con un contador gigante el comienzo de la espera.
Este evento se llevará a cabo hoy a las 15 horas en la boca de metro Puerta del Sol, la del Kilómetro 0, la más cercana al edificio de la Real Casa de Correos. Y contará con la intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz; el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Ángel Asensio; y el vicepresidente de Ifema Madrid, Daniel Martínez.
OPOSICIÓN DE VECINOS Y ECOLOGISTAS
A pesar de las promesas de las administraciones, la polémica persiste. La viabilidad y efectividad de las medidas de mitigación son cuestionadas por las asociaciones vecinales y ecologistas, que se oponen frontalmente al proyecto. Denuncian que la carrera supondrá un alto consumo de energía y agua, y señalan que el propio Ayuntamiento ha planteado la posibilidad de suspender la ordenanza municipal de ruidos para que el evento pueda celebrarse.
Las quejas ya se han materializado con las obras en curso. La plataforma Stop Fórmula 1 Madrid ha denunciado «fraude de ley», apuntando a las molestias nocturnas y la tala de árboles como pruebas del impacto negativo del proyecto. La batalla por el Gran Premio de España de F1 en Madrid está lejos de terminar.