Barcelona no solo es mar, modernismo y bullicio urbano, también es montaña, silencio y mesa bien servida. A pocos kilómetros de la ciudad, entre valles y cumbres, se dibuja un mapa gastronómico que seduce tanto a locales como a visitantes. La naturaleza enmarca un escenario donde la tradición y la innovación culinaria se encuentran, ofreciendo un festín que va mucho más allá de un simple almuerzo. En estos rincones, la cocina catalana despliega todo su potencial, con recetas que nacen de la tierra y se reinventan para conquistar paladares exigentes.
La montaña de Barcelona abre así una ventana a un mundo de contrastes, desde masías con siglos de historia convertidas en templos gastronómicos hasta restaurantes de vanguardia que no pierden de vista el recetario clásico. Allí, la brasa, las setas, los embutidos y la caza se convierten en protagonistas, mientras que los vinos locales acompañan como cómplices imprescindibles. Una experiencia que, más que un viaje culinario, es una inmersión en el carácter más auténtico de Cataluña.
3Els Casals, el círculo virtuoso de la cocina en Barcelona

En Sagàs, rodeado de campos y granja propia, Els Casals se ha ganado un lugar privilegiado en el panorama gastronómico de Barcelona. Dirigido por Oriol Rovira, este restaurante es un ejemplo de cocina de kilómetro cero, con una estrella Michelin y la Estrella Verde que premia su compromiso con la sostenibilidad. Aquí, casi todo lo que se sirve nace a pocos metros de la mesa: embutidos artesanales, huevos, hortalizas, panes y aves que consolidan un relato culinario con raíces profundas. La pularda, imprescindible en su carta, es uno de los grandes iconos de la casa.
La experiencia en Els Casals va más allá de una comida. La posibilidad de alojarse en la masía-hotel y disfrutar de desayunos únicos convierte la visita en una escapada completa. Aunque el mar también tiene cabida en ocasiones, lo cierto es que la fuerza del restaurante reside en esa capacidad de cerrar el círculo entre campo, granja y mesa. Una propuesta que convierte a este lugar en un destino imprescindible para quienes buscan autenticidad en el corazón de Barcelona.