Con el nuevo inicio del año escolar y el regreso a la oficina, incluir el jengibre en la dieta se convierte en un factor clave para mantener a raya los resfriados de temporada. Y seguro te preguntarás ¿por qué? Para nadie es un secreto que la llegada del otoño es la temporada predilecta donde los virus golpean con más fuerza; un momento perfecto para reflexionar sobre cómo cuidas tu sistema inmunológico. Incluso, muchas investigaciones revelan que consumirlo a diario puede reducir el riesgo de cáncer, reforzar el sistema inmunológico y mejorar la digestión.
Consumir el jengibre de forma regular permite disminuir la inflamación, regular los niveles de glucosa en sangre y facilita la pérdida de peso. Además, consolida la respuesta inmune, por lo que es ideal para prevenir los catarros. Ante las múltiples ventajas del jengibre, a lo largo de este artículo exploraremos las diferentes formas consumirlo para aprovechar todas las potencialidades que le ofrece al organismo.
LA FORMA DE CONSUMIR EL JENGIBRE Y PARAR EL CATARRO AL INSTANTE
Si bien es cierto que no es instantáneo el remedio casero de jengibre existe un error común que muchos cometen, y es calentarlo mucho. Al hacer infusiones de jengibre se puede cometer el error de hasta dejarlo hervir por mucho tiempo, y esto mata todas las propiedades antimicrobianas y antivirales del jengibre. Seguro te preguntarás, cuál es la forma más efectiva de consumirlo, y muchos expertos en nutrición recomiendan comerlo crudo.
Sí, como lees, el jengibre funciona al 100% si masticas 20 gramos de este superalimento crudo. Para los principiantes, se les recomienda integrarlo en la dieta de forma gradual, hasta soportar su sabor e intensidad en el paladar y la boca. Con esto me refiero, que no todos son tan valientes al momento de comer el jengibre crudo. Puedes integrarlo de forma gradual en tus ensaladas rallado o en cubitos muy pequeños, esto además de dar un toque picante, te asegura las cantidades necesarias que tu cuerpo necesita.
EL JENGIBRE SIRVE EN INFUSIÓN SOLO SI LO PREPARAS DE ESTA FORMA

Para preparar la infusión de jengibre solo hierve una taza de agua y agrega 20 gramos de jengibre rallado, apaga y tapa durante 5 minutos. Cuela y exprime un chorro de limón. Endulza con un toque de miel pura y disfruta, este antigripal natural también sirve como expectorante, por lo que si ya te agarró el catarro y tienes la tos seca esta infusión por tres noches seguidas, créeme que te ayudará bastante.
Otra de las recomendaciones es la hidratación. Por más síntomas de malestar que tengas de catarro o resfriado, beber suficiente agua es clave para mantener el organismo en óptimas condiciones. Además, el consumo de proteínas también es clave para evitar los resfriados. En tal sentido, la proteína no es únicamente un componente para desarrollar músculo; también es la base de un sistema inmunológico robusto. Estudios como los publicados en The American Journal of Clinical Nutrition (2021) aseguran que una dieta que incluya la ingesta de 1.2 a 2.0 gramos por kilo de peso corporal, puede marcar la diferencia en cómo nuestro cuerpo combate infecciones.
Para mantener a raya los virus estacionales la ciencia recomienda entre 1.2 y 2 gramos por kilo de peso corporal. Esto significa que si tu peso se ubica entre 70 kilos y 85, necesitas incluir en tu dieta 140 gramos aproximadamente. La estrategia es clara: si el cuerpo carece de proteína las defensas bajan y si esto sucede no saldrás de un resfriado constante. Y precisamente es este el error en la dieta que le abre la puerta a los virus del otoño. No obstante, estas recomendaciones no son para improvisar