Los dientes son mucho más que una cuestión estética, son un reflejo directo de la salud general del organismo. Mantener una higiene bucodental adecuada previene desde caries hasta enfermedades más complejas, pero lo cierto es que no todos lo hacemos bien. A pesar de que desde pequeños se insiste en el cepillado, la realidad muestra que la técnica correcta sigue siendo una asignatura pendiente, incluso en adultos.
Así lo demuestran los datos compartidos por Marta Sola, manager en Oral Care, quien asegura que solo el 25% de los adultos cumple con los criterios básicos de un cepillado eficaz que son frecuencia, duración, presión adecuada y movimientos correctos. El problema va más allá, ya que casi la mitad de las superficies gingivales sigue presentando placa después del cepillado, lo que indica que los dientes no están recibiendo la atención adecuada a pesar del esfuerzo.
1El reto del cepillado consciente

El gran desafío actual no es lavarse más veces los dientes, sino hacerlo con la técnica adecuada y de manera consciente. Los especialistas en higiene bucodental coinciden en que la llamada “higiene slow” es una de las claves para mejorar la salud oral. Dedicar entre tres y cinco minutos al cepillado, prestando atención a cada movimiento, permite eliminar más placa y proteger las encías de forma efectiva.
Marta Sola insiste en que el cepillado debe dejar de ser una rutina mecánica para convertirse en un momento de autocuidado y que esa rutina debe hacerse correctamente. De esta manera, no solo se benefician los dientes y la salud oral, sino que también se logra una sensación de calma y mindfulness que repercute positivamente en el bienestar emocional.