Intenta fugarse de la cárcel rompiendo el muro bajo la ventana de su celda

El preso logró llegar hasta la azotea donde se entregó después de una hora de negociación

Los túneles para escapar de la cárcel y los helicópteros que aterrizan en el patio de una prisión ya son parte del pasado y de las películas de ficción. Ahora los presos españoles lo tienen más fácil, basta con romper los delicados muros que los separan de la ansiada libertad. A esa misma conclusión debió llegar el preso L.M. interno en la cárcel de Puerto II, en el Puerto de Santa María (Cádiz) hace unos días cuando escarbó bajo la reja de su ventana y tras retirar el muro se subió al tejado.

Los hechos ocurrieron hace algunas noches, cuando un preso identificado con las iniciales L.M destrozó parte del muro de su celda. La facilidad con la que el interno logró hacer añicos el muro evidencia el grave deterioro de las instalaciones de Puerto II. Luego el preso logró llegar al tejado de la prisión.

Pero los funcionarios de la cárcel se percataron de lo que ocurría e incluso lograron sujetarle por una pierna, pero el preso logró zafarse y continuó con su intento de huida. El jefe de servicio y otros funcionarios subieron a la azotea para tratar de persuadir de su intento al preso para que depusiera su actitud, mientras se vivían momentos de tensión cuando el interno amenazó con arrojarse a la calle y se descolgó por una de las paredes del edificio.

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Cuando el interno entendió que era imposible huir desde el tejado y que estaba atrapado depuso su actitud y bajó por su propio pie. Pero a varios funcionarios y al negociador de la Policía Nacional les costó una hora disuadirlo, a costa de su propia integridad pues el tejado estaba resbaladizo por la humedad nocturna.

SEGURIDAD EN LA CÁRCEL

El sindicato de prisiones ACAIP explica que «la seguridad en las prisiones depende de varios factores, uno de ellos es la labor de vigilancia activa que realizan los trabajadores y otro los elementos de seguridad pasiva, como son los muros y concertinas, entre otros. En esta ocasión solo la labor de los funcionarios ha sido la que ha evitado que la fuga llegara a producirse, ya que las instalaciones, que datan de 1984, han demostrado que están en mal estado dada la facilidad con la que el preso ha podido manipular las rejas y realizar un pequeño butrón por el que salir de su celda».

Por eso reclaman que «es necesario que se actualicen las instalaciones de los centros penitenciarios, y evitar que hechos como los ocurridos en Puerto II vuelvan a suceder».

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