La sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados volvió a convertirse en un campo de batalla verbal bastante incómodo. Allí, con el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el centro de una tensa confrontación y como protagonistas de esta intensa «velada de boxeo». La paz en Gaza y el conflicto de Israel, que a priori debería un tema de consenso, como todas las políticas exteriores, se ha convertido en una nueva línea de ataque del PP, que acusa a Sánchez de utilizar el drama humanitario en Oriente Medio para desviar la atención de sus propios escándalos de corrupción.
«No le voy a consentir que use las muertes en Gaza contra los españoles que no le votan», espetó Feijóo, elevando el tono de la discusión. El líder popular arremetió contra la supuesta incoherencia de Sánchez, recordándole que «también sufría por el pueblo saharaui y cambió de opinión en una tarde». En un ataque directo a la credibilidad del presidente, Feijóo remató: «Ahórrese sus lecciones de humanidad».
El líder de la oposición dibujó un retrato de un Pedro Sánchez desesperado por mantenerse en el poder, dispuesto a utilizar cualquier tema, por sensible que sea, para «tapar sus vergüenzas». Feijóo no dudo en recurrir a la ironía, afirmando que «ya le conocemos demasiado, por seguir en el poder usted pactaría hasta con Netanyahu«.
En un punto álgido del debate, Feijóo ha señalado la «vergüenza» que, a su juicio, supone que Hamás haya felicitado a Sánchez en dos ocasiones. Es una vergüenza de la que nunca se va a poder apartar», sentenció, ligando implícitamente la postura del Gobierno con el reconocimiento de una organización terrorista. No obstante, Feijóo quiso dejar clara la posición del PP, exigiendo que «pare la masacre de civiles» y estableciendo una distinción fundamental entre el Gobierno de Israel y su pueblo, a quien considera que el Ejecutivo de Sánchez ya ha condenado en bloque.

UN OCÉNAO DE CORRUPCIÓN Y EL «JUEGO DEL TRILERO»
La crítica de Feijóo fue mucho más allá de la política exterior, poniendo el foco en las acusaciones de corrupción que rodean al círculo más cercano del presidente. ¿Cuál va a ser la próxima cortina de humo?», preguntó con sarcasmo, haciendo referencia a la reciente decisión judicial que otorga 60 días para investigar un conflicto de intereses de la esposa del presidente, Begoña Gómez, en relación al rescate de la aerolínea Air Europa.
Feijóo acusó a Sánchez de practicar una «inestabilidad populista» y de estar en un «permanente juego de trilero», un juego de manos con el que, según el popular, el presidente intenta esconder los problemas. La estrategia, remarcó, es recurrente: «Cuando tiene problemas como que su mujer esté imputada, su hermano encausado o su número dos en la cárcel, Sánchez habla de Milei, Trump o Eurovisión».
El líder del PP censuró la actitud de Sánchez, criticando que «se vaya al cine cuando pierde votaciones» o que «mueva al Ejército a zonas en conflicto con un tuit». Además, denunció que el presidente «aliente barricadas» para disimular que no tiene presupuestos, en una clara alusión a las protestas que han provocado heridas a policías. Para Feijóo, la situación evidencia la incapacidad del Gobierno para abordar problemas de fondo como la vivienda o el transporte, cuyas medidas anunciadas son tan ineficaces que, según afirmó, «hasta Sumar cree que son humo».

TELLADO: «MONCLOA ERA EL CENTRO DE NEGOCIOS DE BEGOÑA»
La ofensiva del PP continuó con el secretario general, Miguel Tellado, quien en la misma sesión de control acusó al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, de usar el conflicto de Gaza para tapar la corrupción. «Moncloa era el centro de negocios de Begoña y el centro de acogida del hermano», espetó Tellado en un ataque frontal.
En un interrogatorio mordaz, Tellado preguntó a Bolaños si en Moncloa «se delinque a ratos», aludiendo a la admisión de Begoña Gómez de que su asesora en el palacio presidencial «trabajó puntualmente en sus negocios privados». El secretario general del PP interpretó la falta de respuesta de Bolaños como un reconocimiento tácito de la estrategia del Ejecutivo: «Con su respuesta reconoció usted para qué necesitan el asunto de Gaza y por qué están tan preocupados en eso para tapar la corrupción de su Gobierno».
Tellado insistió en que «nada va a tapar el océano de corrupción» que rodea al Gobierno. «Su fiscal general del Estado pronto se sentará en el banquillo, su compañero Cerdán, el que ahora parece que no conocen, en la celda, y el cerco se cierra cada semana más en torno a la señora Begoña Gómez», advirtió, mencionando los casos que salpican al círculo de Sánchez.
El diputado cuestionó duramente el papel de la directora de programas de Moncloa, a la que acusó de «pasar el cepillo a empresas» para financiar los negocios de la esposa del presidente, incluso en la Complutense. La familia de Sánchez fue otro de los focos de la crítica. Tellado recordó que el hermano del presidente, David Sánchez, además de recibir un sueldo público y tributar en Portugal, «se alojaba en el Palacio de la Moncloa».
«Vaya cara la de toda la familia y la de este Gobierno», ha concluido Tellado, antes de rematar su intervención con una sentencia contundente: «Señor Bolaños, forma parte usted del ‘Comando Leire’, un comando de fontanería para encubrir vulgares delincuentes que rodean al entorno familiar, al partido y al gobierno de Pedro Sánchez. Vaya vergüenza para lo que ha quedado».
