Cuando hablamos de la tortilla de patata es normal recordar el sabor familiar, donde el olor a cebolla impregnaba toda la casa y ya sabías la sorpresa que iba a salir de la cocina. Sin embargo, la tortilla de patata no puede irse en agua y tampoco puede quedar seca como un ladrillo. En tal sentido, te traigo la receta definitiva para hacer una verdadera obra gastronómica.
La tortilla de patata es uno de esos platos que van geniales a cualquier hora del día. Por ejemplo, en la hora de la comida, en la cena, o por qué no, coger un pinchito del día anterior, calentarlo y comerlo con gusto en el desayuno. Es sin duda, una de las alternativas más versátiles para integrar en tu menú. Además, también exploraremos a lo largo de este artículo, dos recetas extras para ganarle a la rutina y ahorrar tiempo en la cocina.
1LA TORTILLA DE PATATA DEBE QUEDAR PERFECTA

Hacer una tortilla de patata es algo que muchos consideran en la gastronomía española, como un plato algo fácil, pero que la técnica para aportar la textura perfecta no la tiene todo el mundo. En tal sentido, la tortilla de patata definitiva lleva 15 huevos, 1 kilo de patata y 200 gramos de cebolla. No hay más.
Para preparar esta delicia que mezcla la cremosidad de la patata y el caramelo de la cebolla dorada, necesitas cortar en juliana los 200 g de cebolla y llevarla a una sartén de acero inoxidable y le vas a añadir un poquito de sal. Por otro lado, pela un kilo de patatas, y las vas a cortar en el grosor que mejor te guste y sumérgelas en agua por 15 minutos, una vez que el almidón de la patata quede abajo, escúrrelas y sofríelas en otra sartén con un chorro generoso de aceite de oliva.