Beatriz Peña (39), experta en seguridad alimentaria, avisa: «Tu freidora de aire te intoxica si no limpias esta pieza oculta»

El peligro oculto que convierte tu electrodoméstico estrella en un enemigo silencioso. La advertencia de una experta sobre la pieza que casi nadie limpia y que podría intoxicarte.

La freidora de aire se ha convertido en la reina indiscutible de nuestras cocinas, prometiendo platos crujientes con una fracción del aceite. Pero, ¿y si te dijera que ese aparato podría estar traicionando tu confianza? La experta en seguridad alimentaria Beatriz Peña (39) lanza un aviso que resuena como un trueno en un día soleado, y es que la acumulación de grasa en la resistencia puede generar compuestos tóxicos que acaban en tu comida. Un riesgo invisible que muchos ignoran por completo.

El problema, según advierte Peña, es que nos hemos obsesionado con limpiar la cesta, olvidando la parte superior del aparato. Su advertencia es tajante: «Tu freidora de aire te intoxica si no limpias esta pieza oculta», y con ello no se refiere a un rincón cualquiera; ella afirma que ignorar la limpieza del ventilador superior contamina los alimentos con cada uso. Un detalle que transforma por completo la forma en que debemos entender el mantenimiento de este electrodoméstico.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO (Y MÁS PELIGROSO) DE TU COCINA

Aquí desvelamos el componente que a menudo pasamos por alto y que puede comprometer nuestra salud.
Aquí desvelamos el componente que a menudo pasamos por alto y que puede comprometer nuestra salud. Fuente Freepik.

Pocas veces levantamos la vista más allá de la rejilla extraíble donde colocamos las patatas o las alitas de pollo. Sin embargo, justo encima, protegida por una carcasa, se encuentra la resistencia, el corazón que da calor a tu freidora de aire. Con cada uso, minúsculas salpicaduras de grasa y restos de comida son succionados hacia arriba por el flujo de aire, porque esa capa de suciedad carbonizada libera sustancias nocivas al calentarse una y otra vez. Se convierte en una costra negra y pegajosa.

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Este no es un problema menor ni una simple cuestión de estética o de malos olores en la cocina. La realidad es que estás cocinando tus alimentos bajo una lluvia invisible de partículas potencialmente peligrosas que se desprenden de esa zona. El mantenimiento de tu freidora de aire es crucial, dado que la grasa vieja y recalentada altera el sabor de tus platos y es un riesgo para la salud. Lo que creías que era cocina saludable podría no serlo tanto si no actúas.

¿OLOR A QUEMADO? LA SEÑAL DE ALARMA QUE NO DEBES IGNORAR

¿Has notado un olor extraño últimamente al encender tu pequeño electrodoméstico? Ese aroma penetrante, como a plástico o aceite requemado, no es normal ni deberías acostumbrarte a él. Es la primera y más clara señal de que algo no va bien en las alturas de tu freidora de aire. Esa pestilencia es el grito de auxilio del aparato, ya que ese olor desagradable procede de los residuos orgánicos que se queman sobre la resistencia. Un indicativo de que la limpieza es urgente.

Peor aún es cuando ese olor va acompañado de un ligero humo que no procede directamente de la comida. Si al precalentar tu airfryer ves salir una neblina azulada o blanquecina por las ranuras de ventilación, detente de inmediato. No es vapor de agua ni un fallo sin importancia. Estás presenciando la combustión de la suciedad acumulada, puesto que el humo visible es la prueba de que se están liberando compuestos volátiles al ambiente de cocción. Tu freidora de aire te está pidiendo a gritos una intervención.

MANOS A LA OBRA: EL MÉTODO DEFINITIVO PARA UNA LIMPIEZA PROFUNDA

Te explicamos el proceso para acceder a esa zona crítica y dejarla como nueva sin dañar el aparato.
Te explicamos el proceso para acceder a esa zona crítica y dejarla como nueva sin dañar el aparato. Fuente Freepik.

Lo primero y más importante es la seguridad: desenchufa por completo la freidora de aire y asegúrate de que está totalmente fría. Ni se te ocurra empezar si aún conserva calor. Una vez fría, dale la vuelta con cuidado y colócala sobre un paño para no rayar la superficie. Ahora podrás ver la resistencia, que suele tener forma de espiral, y el ventilador. Para limpiarla, necesitarás un cepillo de cerdas suaves y una pasta de bicarbonato con agua, nunca productos químicos agresivos.

Con el cepillo, frota suavemente la espiral metálica y las aspas del ventilador para desprender los restos más grandes y carbonizados. Después, aplica la pasta de bicarbonato con el mismo cepillo o con un paño de microfibra, dejándola actuar unos minutos para que ablande la grasa más incrustada. Finalmente, retira todo con un paño húmedo bien escurrido, porque el objetivo es eliminar la suciedad sin que caiga agua dentro del mecanismo interno del aparato. Repite si es necesario hasta que quede impoluta.

LOS ERRORES MÁS COMUNES QUE ESTÁS COMETIENDO AL LIMPIARLA

A veces, con la mejor de las intenciones, podemos causar un estropicio irreparable en nuestro electrodoméstico favorito. Uno de los fallos más habituales es la impaciencia, que nos lleva a usar estropajos metálicos o productos de limpieza abrasivos para acabar antes. Esto es un error garrafal. El uso de estos materiales puede dañar el revestimiento de la resistencia, y los limpiadores de horno pueden dejar residuos químicos que se evaporarán en la siguiente cocción. Tu freidora de aire necesita delicadeza.

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Otro error frecuente es sumergir o mojar en exceso la parte superior del aparato. El agua y la electrónica son enemigos mortales. Si entra líquido en el motor del ventilador o en las conexiones eléctricas, puedes provocar un cortocircuito y despedirte para siempre de tu airfryer. La clave es usar siempre paños húmedos, pero muy bien escurridos. Además, no volver a enchufarla hasta que esté completamente seca es fundamental para evitar accidentes eléctricos. La paciencia es tu mejor aliada en esta tarea.

MÁS ALLÁ DE LA CESTA: CÓMO MANTENER A RAYA EL PELIGRO INVISIBLE

Integrar esta limpieza profunda en tu rutina es la única forma de garantizar una cocina realmente saludable.
Integrar esta limpieza profunda en tu rutina es la única forma de garantizar una cocina realmente saludable. Fuente Freepik.

No tienes que realizar esta operación a fondo después de cada uso, pero tampoco puedes dejar que pasen meses. Los expertos como Beatriz Peña recomiendan inspeccionar la resistencia al menos una vez al mes si usas la freidora de aire con frecuencia. Si notas acumulación, es el momento de actuar. Como norma general, una limpieza profunda de la zona superior cada dos o tres meses previene la formación de costras peligrosas. Es un pequeño esfuerzo que marca una gran diferencia en tu seguridad.

Al final, el verdadero placer de una freidora de aire reside en la tranquilidad de saber que estás cocinando de una forma más sana y, sobre todo, segura. Cuidar de ella es cuidar de ti y de los tuyos. No dejes que un enemigo silencioso se instale en el corazón de tu cocina, porque mantener este electrodoméstico en perfecto estado garantiza que cada plato sea tan saludable como delicioso. Ahora ya tienes las claves para que tu aliado culinario no se convierta en un riesgo oculto.

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