Esos tobillos que se hinchan al final del día son una de las quejas más comunes cuando aprieta el calor, pero la cirujana vascular Mónica Herrero (56) lanza una advertencia que resuena con fuerza: «Si se te hinchan los tobillos por la tarde, no es el calor: es un aviso del corazón». ¿Y si esa molestia que achacamos al cansancio o a las altas temperaturas fuera en realidad una señal mucho más seria? Quizás es hora de prestar más atención a nuestros pies.
La afirmación de la doctora Herrero nos obliga a replantearnos esa hinchazón de pies que asumimos como normal, ya que la hinchazón vespertina puede ser una señal de insuficiencia cardíaca. No se trata de generar una alarma innecesaria, sino de entender que nuestro cuerpo nos habla constantemente. Aprender a escuchar esas señales, como la que nos llega desde nuestras extremidades inferiores, puede ser el primer paso para cuidar de verdad nuestra salud y anticiparnos a problemas mayores.
¿POR QUÉ EL CALOR NO SIEMPRE ES EL CULPABLE?
Es cierto que pasar muchas horas de pie o sentado, especialmente durante un viaje largo, puede provocar que la gravedad haga de las suyas, puesto que el sistema venoso lucha por devolver la sangre hacia arriba contra la gravedad. Esta dificultad en el retorno venoso provoca esa sensación de piernas pesadas y un edema visible que suele desaparecer con el descanso y elevando las piernas. Es una respuesta fisiológica y, en principio, no reviste gravedad.
Del mismo modo, una dieta con exceso de sal o los cambios hormonales pueden estar detrás de esa molesta hinchazón, dado que una alta ingesta de sodio favorece la retención de líquidos en los tejidos. Este tipo de edema postural es frecuente y suele resolverse con pequeños cambios en nuestro estilo de vida. Sin embargo, como bien advierte la doctora Mónica Herrero, la clave está en la persistencia y la frecuencia de esta molestia.
LA SEÑAL DE ALARMA QUE TU CORAZÓN TE ENVÍA

La doctora Herrero insiste en que no debemos subestimar este síntoma porque, cuando el corazón no funciona correctamente, el líquido se acumula primero en las zonas más bajas por la gravedad, como son los pies y las piernas. Esta insuficiencia cardíaca congestiva significa que el corazón no tiene la capacidad de bombear la sangre de forma eficiente, provocando un estancamiento que se manifiesta visiblemente en las extremidades inferiores.
Si la hinchazón se vuelve crónica, aparece cada tarde y además se acompaña de otros síntomas como la fatiga o la falta de aire, la consulta médica es urgente, ya que la fatiga y la dificultad para respirar al hacer esfuerzos son síntomas asociados a un corazón debilitado. «Es un aviso del corazón», repite la especialista, subrayando que prestarle atención a tiempo puede marcar una enorme diferencia en el pronóstico y la calidad de vida.
NO SOLO ES EL CORAZÓN: OTROS ÓRGANOS QUE PIDEN AUXILIO
Los riñones, por ejemplo, son los grandes filtros de nuestro cuerpo, encargados de regular los líquidos y eliminar los deshechos a través de la orina, y cuando fallan, los riñones no son capaces de filtrar y eliminar el exceso de sodio y agua. Esta incapacidad provoca una acumulación de líquido por todo el cuerpo que, de nuevo, se hace especialmente evidente en la zona de los pies por un simple efecto de la gravedad.
Una enfermedad hepática crónica, como la cirrosis, también puede estar detrás de un edema persistente, ya que un hígado dañado produce menos albúmina, una proteína que evita que el líquido se escape de los vasos sanguíneos. La advertencia de la doctora Mónica Herrero sobre los tobillos como «aviso» cobra aquí todo su sentido, pues nos demuestra que son un verdadero espejo de nuestra salud interna general.
UN TOBILLO O LOS DOS: LA PISTA DEFINITIVA ESTÁ EN LOS DETALLES

Cuando la hinchazón se presenta en ambos tobillos de forma simétrica, las sospechas suelen apuntar hacia una causa sistémica, dado que la hinchazón simétrica suele indicar un problema sistémico que afecta a todo el cuerpo. Es el caso de la insuficiencia cardíaca, renal o hepática que hemos comentado, condiciones que alteran el equilibrio de líquidos a nivel general y cuya primera manifestación visible suele ser bilateral.
Por el contrario, si solo se hincha un tobillo, es más probable que la causa sea un problema local, como una lesión, una infección o una picadura, pero si aparece de forma súbita con dolor y calor, un trombo en una pierna es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Por eso, ante la duda con tus tobillos, el consejo de la doctora Herrero es claro: no autodiagnosticarse y buscar siempre la valoración de un profesional.
EL GESTO QUE PUEDE CAMBIARLO TODO: ¿CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO?
Para los casos más leves y esporádicos, existen medidas sencillas que pueden aliviar la molestia y mejorar la circulación, como por ejemplo elevar las piernas por encima del nivel del corazón durante unos minutos, ya que esto facilita el retorno venoso. Reducir la sal en las comidas, beber suficiente agua para evitar la retención paradójica de líquidos y moverse con frecuencia son hábitos que siempre suman a nuestra salud vascular.
Sin embargo, y este es el mensaje final que nos deja la experiencia de la doctora Mónica Herrero, si la hinchazón en los tobillos es persistente, dolorosa, se acompaña de cambios en la piel o de otros síntomas generales, la visita al médico no puede esperar, puesto que ignorar una señal así puede tener consecuencias graves para tu salud cardiovascular y general. A veces, el gesto más valiente y necesario es simplemente pedir ayuda.