La vicepresidenta primera del Gobierno y secretaria general del PSOE andaluz, María Jesús Montero, ha protagonizado este sábado una contundente ofensiva política, marcando un claro contraste entre la postura del Gobierno de coalición y la del Partido Popular. Desde San Juan del Puerto, Montero ha defendido la respuesta de España ante el conflicto en Oriente Medio, a la vez que ha arremetido contra los populares, a quienes acusa de usar «malabares dialécticos» para evitar condenar lo que califica como «genocidio» en Gaza.
Con un discurso vehemente, la ministra de Hacienda ha calificado la posición del PP como una «neutralidad indecente», señalando que «no hay causa más justa que exigir el fin del genocidio» y que es inaceptable que se ignore la «barbarie» que ha situado a Gaza en el «epicentro del sufrimiento humano». En un claro guiño a la política exterior del Ejecutivo, Montero ha defendido que «si España se mueve, Europa se mueve», insistiendo en que nuestro país está «marcando la pauta internacional« con su valentía.
EL PP, NERVIOSO Y EN EL «LODAZAL»
La crítica de Montero no se ha quedado en la política exterior. La vicesecretaria general del PSOE ha afirmado que el Partido Popular está «nervioso» por sus malos resultados y, por ello, ha optado por una estrategia de «antipolítica». Según la dirigente socialista, los populares están convirtiendo el Congreso y el parlamento andaluz en un «lodazal» con un «ambiente irrespirable», con el único objetivo de desviar la atención de sus propias carencias y de los logros del Gobierno central.

En un ataque directo a los líderes autonómicos del PP, Montero ha asegurado que su rechazo a la quita de la deuda responde a una táctica para no perder su principal «argumentario»: el del «agravio territorial». La ministra ha señalado que los presidentes populares se oponen a esta medida porque, de lo contrario, se les caería su única bandera de confrontación.
MORENO BONILLA, «MÁS GENOVÉS QUE ANDALUZ»
La crítica más incisiva de la jornada ha ido dirigida al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. Montero ha sido implacable, acusándole de «despreciar a los andaluces» y de seguir al pie de la letra los «dictados de Génova». En una frase que ha resonado con fuerza, ha sentenciado que Moreno Bonilla es «más genovés que andaluz».
La líder de los socialistas andaluces ha utilizado el tema de la deuda como munición, prometiendo que, a diferencia de lo que hará el actual presidente, «lo haré yo desde la Junta de Andalucía». Con esta declaración, Montero no solo ha insinuado su futura victoria electoral, sino que ha reforzado la imagen de un Moreno Bonilla que, en su opinión, prioriza los intereses de su partido por encima de los de su comunidad.
La intervención de Montero en San Juan del Puerto ha concluido con un llamamiento a la movilización, instando a los andaluces a «cerrar el ciclo del deterioro» y a apostar por una nueva etapa. Con un tono de arenga, ha asegurado que su partido tiene «hambre de victoria» y que un PSOE-A unido es un «bicharraco imbatible», con el objetivo de «rescatar y reconstruir los servicios públicos» que, según ella, el PP solo busca «destruir y privatizar».