Moncloa planta a Prisa en su gran foro global pese a la tregua con Oughourlian

La segunda edición del foro internacional World In Progress (WIP) organizado por Prisa en Barcelona pretende posicionarse como una especie de Davos a la española. Sin embargo, Pedro Sánchez (que abrió el cartel el pasado año) ha optado por marcar distancias. A pesar de la presencia de altos cargos de gobiernos extranjeros, premios Nobel y figuras del pensamiento internacional, Moncloa ha evitado involucrarse políticamente en el evento,

WIP se celebrará los días 20 y 21 de octubre en el Palau de Congressos de Catalunya. En el cartel figuran nombres de peso: Philippe Lazzarini, jefe de la UNRWA; el expresidente colombiano Juan Manuel Santos; o figuras europeas como Matteo Renzi, Édouard Philippe y Teresa Ribera. También acudirán Josep Borrell, Arancha González-Laya, el exministro israelí Shlomo Ben Ami, el asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jon Finer, o María Corina Machado, opositora venezolana.

El foro abordará cuestiones clave: la unidad europea, la posición de EE.UU. en el orden global, las alianzas de América Latina, la transición energética, la inteligencia artificial y los conflictos de Gaza y Ucrania. En apariencia, el evento tiene todo para atraer a altos representantes del Ejecutivo español.

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Pedro Sánchez. Foto: Europa Press.

Pero no. Ni Pedro Sánchez, ni ningún ministro de su núcleo duro están en la agenda. Tampoco se ha previsto la participación de representantes diplomáticos relevantes, más allá de cargos técnicos. Una plantada calculada, en un momento en que Prisa ha comenzado a reorientar su línea editorial y a reconstruir puentes con el PSOE.

TREGUA

Desde hace unos meses, la relación entre Moncloa y el grupo Prisa ha atravesado múltiples vaivenes tras la decisión de Joseph Oughourlian de abortar el canal televisivo que quería impulsar el PSOE.

La guerra fue pública, pero en las últimas semanas parece haberse desinflamado. Especialmente tras la decisión de la Cadena SER por mantener un tono continuista en relación al Gobierno. A ello ha ayudado la decisión de la cúpula de Prisa de mantener a los principales locutores de la casa tras el cese de la directora Montserrat Domínguez y el nombramiento de Fran Llorente como sustituto.

Pero la decisión de Moncloa de no respaldar activamente el foro WIP confirma que la desconfianza persiste. Para el entorno de Sánchez, Prisa aún no ha dado suficientes garantías de lealtad política. Y si bien la relación se ha estabilizado, la reconciliación completa aún no ha llegado.

Sea como fuere, entre PSOE y Prisa se ha impuesto una especie de matrimonio de conveniencia. El partido sigue proveyendo a la SER de información exclusiva y publicidad institucional, mientras la emisora sigue siendo el gran altavoz ideológico de la socialdemocracia española.

La tentación de revolución fue finalmente abortada por Oughourlian pese a los rumores que situaban fuera de la emisora a Àngels Barceló, que sigue al frente del espacio líder de la mañana ‘Hoy por hoy’ de lunes a viernes.

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Menos clara es la sintonía entre El País y el PSOE, que ha recibido algunos dardos públicos del periódico en las últimas semanas.

GOLPE SIMBÓLICO

El gesto de Moncloa tiene consecuencias más allá del protocolo. Para Prisa y Oughourlian, WIP es una apuesta estratégica: posicionar al grupo como actor global en el debate geopolítico y económico, captar influencia institucional y consolidar la imagen del foro como espacio de reflexión relevante a nivel mundial.

La ausencia del Gobierno español en su propio foro internacional debilita esa ambición. Especialmente cuando otros gobiernos sí envían a figuras de primer nivel: EE.UU., Francia, Italia, Alemania, Colombia o Brasil estarán representados por antiguos o actuales altos cargos. Y lo que se pretendía como un escaparate de liderazgo español en un mundo en transformación, queda empañado por la frialdad institucional.

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