«El ambientador que pones en tu coche te está envenenando lentamente a ti y a tus hijos»: Dra. Laura Campos (51), toxicóloga, sobre el químico que todos respiramos

La exposición a estos químicos, según la Dra. Campos, se relaciona con problemas hormonales, alergias y asma, sobre todo en niños. Existen alternativas naturales y seguras para mejorar el olor del vehículo sin poner en riesgo la salud de la familia.

El ambientador que eliges para tu coche, ese pequeño objeto que promete un aroma a pino o a brisa marina, podría ser una amenaza silenciosa. La advertencia es clara y directa, lanzada por la toxicóloga Laura Campos: «El ambientador que pones en tu coche te está envenenando lentamente a ti y a tus hijos». Esta afirmación no busca el pánico, sino que nos obliga a cuestionar la seguridad de los productos que respiramos a diario, sobre todo en un espacio tan reducido y personal como es nuestro vehículo.

¿Cuántas veces has entrado en el coche y has respirado hondo, agradecido por esa fragancia para el vehículo que enmascara otros olores? La Dra. Campos insiste en que reconsideremos este gesto aparentemente inofensivo al hablar del químico que todos respiramos. Según la experta, estamos inhalando un cóctel químico con potenciales efectos adversos para la salud, una realidad incómoda que se esconde detrás de un perfume agradable y que merece toda nuestra atención. ¿Estamos realmente pagando un precio demasiado alto por un coche que huele bien?

¿UN GESTO INOCENTE O UNA BOMBA DE RELOJERÍA?

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Creemos que estamos mejorando el entorno, pero la realidad es muy distinta. Al colgar ese difusor de perfume del retrovisor, no estamos purificando el aire, sino saturándolo con compuestos químicos sintéticos, y lo hacemos en el peor lugar posible: un habitáculo pequeño, casi hermético, donde pasamos horas cada semana. Esta exposición continuada es precisamente lo que preocupa a los expertos en toxicología como la Dra. Campos.

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El problema se agrava de una forma que pocos imaginan. Cuando el coche queda aparcado al sol, las altas temperaturas del interior aceleran la liberación de estas sustancias volátiles atrapadas en el plástico y el gel del producto. Esto multiplica la concentración de los tóxicos en el aire que respiramos justo al entrar, un riesgo que afecta especialmente a los sistemas respiratorios más vulnerables, como los de los niños.

LOS CULPABLES INVISIBLES QUE FLOTAN EN EL AIRE

La composición de este tipo de ambientador es un misterio para la mayoría, pero la ciencia ha identificado a los principales sospechosos. Fuente: Freepik
La composición de este tipo de ambientador es un misterio para la mayoría, pero la ciencia ha identificado a los principales sospechosos. Fuente: Freepik

El dedo acusador de la Dra. Laura Campos apunta directamente a los ftalatos. Estos compuestos, utilizados para que el perfume dure más tiempo, son conocidos disruptores endocrinos que pueden interferir en nuestro sistema hormonal. La experta señala que su presencia en un producto tan común como un aromatizante para coche es alarmante, pues normaliza una exposición crónica a sustancias vinculadas con problemas de fertilidad y desarrollo.

Pero la lista no termina ahí, ni mucho menos. Muchos de estos productos liberan un ejército de compuestos orgánicos volátiles (COV), como benceno o formaldehído. La advertencia de la toxicóloga es rotunda, ya que estas mismas sustancias están clasificadas como cancerígenas por la Organización Mundial de la Salud. Aunque la dosis de un solo ambientador es baja, el problema es la suma constante y diaria de estas exposiciones.

«ESTAMOS NORMALIZANDO LA EXPOSICIÓN A TÓXICOS DIARIOS»

Las consecuencias de esta exposición continuada a través del ambientador no son inmediatas, sino que se van acumulando silenciosamente en nuestro organismo. Fuente: Freepik
Las consecuencias de esta exposición continuada a través del ambientador no son inmediatas, sino que se van acumulando silenciosamente en nuestro organismo. Fuente: Freepik

Los niños son, sin duda, la población más vulnerable. Su sistema respiratorio y endocrino está en pleno desarrollo, y su metabolismo es menos eficiente para eliminar toxinas. La Dra. Campos es muy clara en este punto, ya que el aumento de casos de asma, alergias y dermatitis en niños podría estar relacionado con esta sobreexposición química. La frase «el ambientador que pones en tu coche te está envenenando lentamente a ti y a tus hijos» resuena aquí con más fuerza que nunca.

Para los adultos, los riesgos también son significativos y no deben subestimarse. Hablamos de un goteo constante de pequeñas dosis de químicos que el cuerpo va acumulando. A largo plazo, como recalca una vez más la Dra. Campos, esta exposición continuada podría contribuir a desórdenes hormonales, migrañas crónicas o fatiga, síntomas que a menudo atribuimos al estrés de la vida moderna sin pensar en los factores ambientales que nos rodean.

¿QUÉ DICE LA CIENCIA Y POR QUÉ NADIE HACE NADA?

La gran pregunta es por qué se permite la venta de un ambientador con estos componentes si existen evidencias sobre su riesgo potencial. Fuente: Freepik
La gran pregunta es por qué se permite la venta de un ambientador con estos componentes si existen evidencias sobre su riesgo potencial. Fuente: Freepik

La clave está en la vaga etiqueta de «parfum» o «fragancia». La legislación actual permite a los fabricantes ocultar bajo ese único término decenas de ingredientes químicos, muchos de ellos sintéticos y potencialmente peligrosos, alegando que se trata de un secreto comercial que protege su fórmula. Esta falta de transparencia, como denuncia la Dra. Campos, deja al consumidor completamente a ciegas, sin poder tomar una decisión informada sobre su salud.

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Además, es extremadamente complejo demostrar una relación causa-efecto directa. La toxicología funciona con estudios a largo plazo y la suma de múltiples factores. Un fabricante siempre podrá argumentar que la dosis de su producto es segura, pero el problema real es la «carga tóxica» total a la que nos exponemos cada día desde diferentes fuentes. Ese ambientador, como insiste la especialista, es una de esas fuentes que podemos y debemos eliminar de inmediato.

ALTERNATIVAS SALUDABLES PARA QUE TU COCHE HUELA BIEN

Eliminar el ambientador sintético no significa renunciar a un vehículo con un aroma agradable; solo requiere un cambio de perspectiva. Fuente: Freepik
Eliminar el ambientador sintético no significa renunciar a un vehículo con un aroma agradable; solo requiere un cambio de perspectiva. Fuente: Freepik

La solución más evidente y saludable es la más simple: la ventilación y la limpieza. Abrir las ventanillas a diario para renovar el aire y mantener una buena higiene del interior elimina la necesidad de enmascarar olores, atacando el problema de raíz. La recomendación de expertos como la Dra. Campos es volver a lo básico, evitando cualquier producto aromático cuya composición no sea cien por cien transparente y natural.

Si aun así buscas un toque de perfume, existen opciones seguras. Unas gotas de aceite esencial puro de lavanda o limón en un trozo de tela, madera o cerámica pueden perfumar el coche de forma sutil y sin liberar compuestos tóxicos. La decisión final es nuestra, pero tras escuchar la advertencia de la Dra. Campos sobre ese ambientador que nos envenena, parece una elección mucho más sencilla.

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