#APUESTAS | Contenido para mayores de 18 años
El juego online en España continúa su senda de crecimiento. Según los últimos datos publicados por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) y recogidos por Sector del Juego, el GGR (Gross Gaming Revenue) alcanzó en el segundo trimestre de 2025 los 410,26 millones de euros, un 2,79 % más que en el trimestre anterior y un 18,60 % por encima del mismo periodo del año pasado.
Se trata de una cifra que no solo refleja la fortaleza de este mercado, sino también su impacto en la economía nacional, donde el juego online ya actúa como motor de inversión tecnológica, recaudación fiscal y generación de empleo especializado.
Crecimiento sostenido con matices por segmentos
El desglose por segmentos confirma que el casino online sigue siendo la locomotora del sector, con 216,37 millones de euros, equivalente al 52,74 % del total. El crecimiento frente al trimestre anterior fue del 6,53 %, mientras que en términos interanuales alcanza el 25,98 %. Dentro de esta categoría, las máquinas de azar lideran con un incremento del 33,58 %, acompañadas por subidas notables en la ruleta y el blackjack.
Las apuestas deportivas generaron 171,40 millones (41,78 % del total), con una subida trimestral del 2,73 % y un crecimiento anual del 18,21 %. El comportamiento interno muestra contrastes: las apuestas de contrapartida convencionales crecieron un 24,55 %, mientras que las apuestas en directo retrocedieron un 33,24 %.
El póquer online, con 19,11 millones de euros, representa un 4,66 % del GGR y atraviesa una fase de contracción. Cae un 25,11 % respecto al trimestre anterior y un 25,23 % frente al mismo periodo de 2024, con descensos tanto en modalidad cash como en torneos. Y por último el bingo aportó cifras menores, con un descenso del 6,91 % trimestral y del 6,41 % interanual, mientras que los concursos mantienen un peso marginal dentro del mercado.
Usuarios activos y cuentas nuevas
La actividad de los jugadores también muestra señales de madurez. La media mensual de cuentas activas fue de 1.704.178, lo que supone un descenso del 2,41 % frente al primer trimestre del año, pero un incremento interanual del 21,04 %. En paralelo, las cuentas nuevas alcanzaron las 168.284 de media mensual, un 11,64 % menos que en el trimestre anterior, aunque un 11,68 % más que hace un año.
Estos datos sugieren que el mercado empieza a estabilizarse en su base de usuarios, con un crecimiento que se apoya más en la fidelización de jugadores existentes que en la captación masiva de nuevos registros.
Inversión en marketing y operadores con licencia
El gasto en actividades de marketing durante el trimestre ascendió a 164,50 millones de euros. La mayor partida correspondió a promociones (82,64 millones), seguida de publicidad (62,91 millones), afiliación (13,99 millones) y patrocinio (4,96 millones). En conjunto, el gasto creció un 37,08 % respecto al año anterior, aunque cayó ligeramente (−0,20 %) en comparación con el trimestre previo.
En cuanto a la oferta, 77 operadores contaban con licencia, de los cuales 64 estuvieron activos. Dentro de ellos, 52 se enfocaron en casino, 42 en apuestas, 9 en póquer, 4 en bingo y 2 en concursos. Se trata de una estructura amplia que garantiza competencia, diversidad de productos y una vigilancia constante en términos regulatorios. Además, algunas de estas compañías también operan con licencia en otros países europeos, lo que refuerza la proyección internacional del sector y aporta un valor añadido en términos de exportación tecnológica y de servicios.
Relevancia económica y social del sector
Más allá de las cifras de facturación, el juego online tiene un efecto tangible en la economía española. La recaudación fiscal procedente de tasas y licencias es un ingreso directo para el Estado, mientras que la generación de empleo se extiende a perfiles de alta cualificación en áreas como desarrollo de software, ciberseguridad, marketing digital, análisis de datos o atención al cliente multilingüe.
El sector también impulsa una inversión constante en innovación tecnológica. Las plataformas de juego requieren sistemas de pago seguros, algoritmos antifraude, servidores de alta disponibilidad y herramientas de verificación de identidad en tiempo real. Ese know-how, desarrollado y perfeccionado para garantizar integridad y confianza en las transacciones de juego, se traslada a otros ámbitos como el comercio electrónico o la banca digital.
Asimismo, la actividad del juego online tiene un efecto arrastre sobre sectores complementarios como la publicidad, las agencias creativas, las firmas de análisis de datos y los proveedores de servicios de hosting y telecomunicaciones.
Retos pendientes y perspectivas
A pesar de los buenos resultados, persisten algunos retos estructurales. El retroceso del póquer online obliga a replantear estrategias para revitalizar un segmento que hace apenas una década era clave en el crecimiento del mercado. Las apuestas en directo, que muestran caídas notables, necesitan revisar su modelo de gestión de riesgos y márgenes.
Otro aspecto relevante es la eficiencia en el gasto de marketing. El crecimiento del GGR se mantiene sólido, pero el incremento paralelo de las partidas destinadas a captar y retener jugadores plantea la necesidad de medir con precisión el retorno de cada inversión publicitaria.
En el plano regulatorio, la supervisión de operadores sin licencia y la evolución de la normativa en materia de publicidad seguirán marcando el ritmo de la industria en los próximos trimestres. La diversificación internacional y la capacidad de innovación tecnológica se perfilan como factores clave para mantener la competitividad de las empresas españolas.
Un sector en consolidación
Los datos del segundo trimestre de 2025 confirman que el juego online en España se encuentra en fase de consolidación. Con más de 410 millones de euros de GGR y un crecimiento sostenido en la mayoría de segmentos, la industria no solo es un actor relevante en el ámbito del entretenimiento digital, sino también un pilar de la economía digital del país.
Su aportación fiscal, la generación de empleo cualificado y la capacidad de exportar conocimiento tecnológico sitúan al juego online en una posición estratégica dentro del ecosistema digital español y europeo. Los próximos meses marcarán si esta tendencia ascendente se mantiene y si los desafíos internos, como el estancamiento del póquer y las apuestas en directo, encuentran soluciones eficaces que permitan seguir reforzando la solidez del sector.