La batería de tu móvil está a punto de morir, justo cuando más lo necesitas en mitad de un aeropuerto concurrido. De repente, ves la salvación: un puerto de carga USB público y gratuito. Pero para Roberto Salas, un ex-analista del CNI con 50 años y una vida dedicada a la contrainteligencia, esa comodidad es un espejismo letal, y detrás de ese simple gesto se esconde un riesgo que la mayoría de la gente ignora por completo. ¿Qué sabe él que nosotros no?
Su advertencia, «jamás conecto el móvil a este puerto», resuena con la contundencia de quien ha visto el desastre de cerca. Lo que para ti es un alivio momentáneo, para él es una puerta abierta de par en par al caos digital. No se trata de una exageración paranoica, y es la estafa más simple y letal que existe porque te convierte en una víctima voluntaria y silenciosa. La pregunta es inevitable: ¿qué ocurre realmente cuando conectas tu dispositivo a uno de esos puertos?
¿QUÉ ES EL FAMOSO ‘JUICE JACKING’?
Puede que el término no te suene de nada, pero sus consecuencias son devastadoras y es el motivo por el que Salas es tan tajante con su móvil. El «juice jacking» es una ciberestafa que utiliza un puerto USB aparentemente inofensivo para atacar tu dispositivo, y el cable de carga no solo transmite energía, sino también una ingente cantidad de datos personales. Ahí es precisamente donde reside el peligro que aprovechan los delincuentes con una facilidad pasmosa.
Imagínalo como un caballo de Troya moderno. Al conectar tu teléfono, no solo recibes la ansiada electricidad que necesitas, y un software malicioso se instala en tu smartphone o tus datos son transferidos sin que salte ninguna alarma. Roberto Salas lo define como «un ataque invisible», porque la víctima no se da cuenta de nada hasta que es demasiado tarde y su privacidad ha sido completamente vulnerada para siempre.
EL AEROPUERTO: EL PARAÍSO DE LOS CIBERCRIMINALES

Los aeropuertos, las estaciones de tren o incluso las cafeterías son los lugares preferidos por los atacantes para modificar estos puertos de carga. La razón es sencilla: son zonas de alto tránsito donde la gente está estresada, con prisa y desesperada por cargar su móvil, y la vulnerabilidad emocional del viajero es el mejor cómplice para que los delincuentes tengan éxito en su empeño. La necesidad de batería nos vuelve ciegos ante el peligro inminente.
Un experto como Roberto Salas no ve un servicio público, sino un cebo perfectamente colocado esperando a su próxima presa. Él sabe que es mucho más que un simple puerto USB para tu móvil, y los ciberdelincuentes solo necesitan manipular físicamente el conector para tener acceso a cientos de dispositivos al día. Es una trampa de bajo coste con un retorno de la inversión altísimo para ellos, un auténtico chollo.
«TE ROBAN LA VIDA ENTERA EN CINCO MINUTOS»
Una vez que han accedido a tu móvil, el botín que pueden obtener es prácticamente ilimitado. No hablamos solo de unas cuantas fotos sin importancia, y pueden robar tus contraseñas bancarias, contactos, mensajes privados, correos electrónicos y credenciales de redes sociales. Como sentencia el propio Salas, «te roban la vida entera en cinco minutos», dejando una estela de ruina económica y personal a su paso.
Pero el robo de datos es solo una parte del problema que puede sufrir tu móvil. El verdadero infierno comienza cuando deciden instalar software espía o un ransomware en tu terminal. En ese momento, ya no tienes el control, y el dispositivo puede ser bloqueado hasta que pagues un rescate o activado para grabar tus conversaciones y espiarte. La sensación de violación de la intimidad es absoluta y total.
LAS ALTERNATIVAS QUE SÍ UTILIZA UN EXPERTO EN INTELIGENCIA

Entonces, ¿qué podemos hacer? La solución más evidente y segura es la que aplica siempre el ex-analista del CNI con su propio móvil. La recomendación de Roberto Salas es tajante: usar siempre un enchufe de pared convencional, y conectar tu propio cargador y tu propio cable directamente a la corriente eléctrica anula por completo cualquier riesgo. Es la opción más simple y, sin duda, la más infalible de todas.
Para situaciones donde no hay un enchufe disponible, existen dos herramientas que son el salvavidas de cualquier persona precavida. Una de ellas es una batería externa o power bank, que te da autonomía durante horas, y la otra es un bloqueador de datos USB, un pequeño dispositivo que se interpone y permite el paso de la corriente pero impide la transferencia de datos. Son dos inversiones mínimas para proteger tu teléfono de cualquier amenaza.
LA REGLA DE ORO PARA PROTEGER TU MÓVIL Y TU PAZ MENTAL
La verdadera clave, más allá de la tecnología, reside en la prevención y en la desconfianza sistemática. La próxima vez que la batería de tu móvil esté en las últimas, recuerda la advertencia de Salas, y la regla de oro es actuar siempre como si cada puerto USB público estuviera comprometido y listo para atacar. Adoptar esta mentalidad es el primer y más importante paso para mantenerte a salvo.
No se trata de vivir con miedo, sino de ser conscientes de la realidad digital en la que navegamos cada día con nuestro teléfono. Un pequeño gesto de prudencia, como llevar siempre tu propio cargador o una batería externa, marca la diferencia entre la tranquilidad y el desastre. Al fin y al cabo, tu vida entera está en ese pequeño dispositivo; protegerlo no es una opción, es una absoluta necesidad.