La multa ‘invisible’ de la DGT por llevar mal el equipaje DENTRO del coche: 100€ por ese bolso en el asiento del copiloto.

El gesto más común al entrar en el coche puede acarrear una sanción inesperada. La seguridad vial va mucho más allá de la velocidad y el alcohol: lo que llevas a tu lado importa, y mucho.

La DGT tiene la lupa puesta en miles de detalles de nuestra conducción, pero hay uno que probablemente pasas por alto cada día sin ser consciente del riesgo. Ese simple gesto de subir al coche y lanzar el bolso o la mochila al asiento del copiloto, tan automático y aparentemente inofensivo, es una costumbre que puede salirte muy cara. No solo por el peligro que esconde, sino porque la normativa de Tráfico sanciona esta acción para protegerte a ti y a los tuyos. ¿Te parece una exageración? Sigue leyendo.

Quizá pienses que es una norma sacada de la manga, una más para recaudar, pero la realidad es bien distinta y tiene una base física aplastante. La DGT no multa por capricho, sino para evitar que un objeto cotidiano se transforme en un arma mortal en una fracción de segundo. La próxima vez que dejes el ordenador portátil en el asiento de atrás, recuerda que un simple frenazo puede convertirlo en un proyectil muy peligroso y las consecuencias pueden ser fatales. Ese es el verdadero motivo de la sanción.

EL ‘EFECTO ELEFANTE’: EL PELIGRO QUE NO VES

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Puede que nunca hayas oído hablar del ‘efecto elefante’, pero es la razón por la que la DGT insiste tanto en la correcta sujeción de la carga. Este principio demuestra cómo la inercia multiplica la fuerza con la que un objeto impacta en caso de una deceleración brusca. En un frenazo a solo 60 km/h, el peso de cualquier elemento suelto se multiplica por 50, y un simple portátil de 2 kilos impactaría contra ti como si pesara 100 kilos. Es una auténtica locura.

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Imagina ahora esa botella de agua, el paraguas o la compra semanal. Todos esos elementos que viajan sin sujeción por el habitáculo son potenciales proyectiles. Las autoridades de Tráfico saben que estos impactos son una causa directa de lesiones graves en accidentes que, de otro modo, habrían sido leves. Por eso, la vigilancia sobre cómo llevamos nuestras pertenencias se ha intensificado en los controles rutinarios de carretera para evitar males mayores.

LA NORMA ‘INVISIBLE’ QUE TODOS INCUMPLIMOS

Seguro que conoces las normas sobre velocidad, el uso del móvil o el cinturón de seguridad, pero ¿sabías que el Código de Circulación también regula cómo debes llevar los objetos dentro del coche? El Reglamento General de Circulación, en su artículo 14, es meridiano al respecto y afecta a todo lo que transportamos. La clave no es el objeto en sí, sino la posibilidad de que interfiera en la conducción o ponga en riesgo a los ocupantes, algo que un agente puede interpretar fácilmente.

Este incumplimiento es tan común que se ha normalizado por completo. Desde las bolsas de la compra en el suelo del copiloto hasta una pequeña maleta en los asientos traseros, son gestos que hacemos sin pensar en las implicaciones. La DGT persigue con esta norma evitar que, ante una maniobra de emergencia, esos objetos salgan disparados, golpeen a alguien o, peor aún, se cuelen entre los pedales bloqueando el freno o el acelerador en el momento más crítico.

¿QUÉ DICE EXACTAMENTE EL REGLAMENTO DE LA DGT?

La ley es clara y su interpretación por parte de los agentes no deja lugar a dudas. Fuente: Freepik
La ley es clara y su interpretación por parte de los agentes no deja lugar a dudas. Fuente: Freepik

El reglamento establece que la carga transportada en un vehículo, así como los accesorios que se utilicen para su acondicionamiento o protección, deben estar dispuestos de forma que no puedan «arrastrar, caer total o parcialmente o desplazarse de manera peligrosa». Esta redacción, aunque genérica, da plena potestad a los agentes. Para la DGT, esto significa que cualquier objeto susceptible de moverse bruscamente en un frenazo es sancionable si no va en un compartimento cerrado o sujeto.

Esto nos lleva a una pregunta clave: ¿dónde está el límite? La decisión final recae en el criterio del agente de la Guardia Civil que detenga el vehículo. No te multarán por llevar un paquete de pañuelos, pero sí si el agente considera que ese bolso, esa caja de herramientas o esa mochila en el asiento pueden comprometer la seguridad de los ocupantes en caso de imprevisto. No es una ciencia exacta, sino una cuestión de apreciación del riesgo potencial.

NO SOLO EL BOLSO: LA LISTA NEGRA DE OBJETOS PROHIBIDOS

Aunque el bolso en el asiento del copiloto es el ejemplo más icónico, la lista de objetos que la DGT considera peligrosos si van sueltos es mucho más larga. Hablamos de ordenadores portátiles, tablets, cámaras de fotos, termos de café o incluso las llaves de casa si las dejamos sobre el salpicadero. Cualquier cosa con un mínimo de peso puede causar un daño considerable al salir proyectada hacia la luna o contra un pasajero, y por eso se vigila con tanto celo.

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Un lugar especialmente crítico es la bandeja trasera, ese espacio que muchos convierten en una extensión del maletero. Colocar ahí abrigos, carpetas o cualquier otro bulto es una de las peores ideas que se pueden tener al organizar un viaje. En caso de colisión por alcance o un frenazo seco, todo lo que se encuentre en la bandeja saldrá disparado hacia la nuca de los ocupantes, una de las zonas más vulnerables del cuerpo. Una costumbre peligrosa que la DGT quiere erradicar.

EVITAR LA SANCIÓN ES MÁS FÁCIL (Y BARATO) DE LO QUE PIENSAS

Pequeños gestos que marcan la diferencia entre una multa y un viaje tranquilo. Fuente: Freepik
Pequeños gestos que marcan la diferencia entre una multa y un viaje tranquilo. Fuente: Freepik

La buena noticia es que cumplir con lo que exige la DGT y, sobre todo, viajar seguro, no requiere ninguna inversión ni esfuerzo. La solución es tan sencilla como utilizar los espacios diseñados para ello: el maletero es el lugar principal para cualquier bulto, por pequeño que sea. Para objetos más menudos, disponemos de la guantera, los huecos de las puertas o las redes de los asientos, que garantizan que todo permanezca en su sitio.

La próxima vez que te subas al coche, pierde diez segundos en pensar dónde colocas tus cosas. Ese pequeño gesto te librará de una multa de 100 euros y, lo que es infinitamente más importante, protegerá tu vida y la de las personas que viajan contigo. La responsabilidad al volante no es solo cumplir las normas de circulación más evidentes, sino también anticiparse a los riesgos que se esconden en los detalles más pequeños, justo esos en los que la DGT pone el foco para que todos lleguemos sanos y salvos a nuestro destino.

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