La política económica del Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a ser colocada bajo una lupa crítica por el Partido Popular. En una contundente intervención en el programa Tardes de Actualidad de Telecinco, el vicesecretario de Hacienda, Vivienda e Infraestructuras del PP, Juan Bravo, lanzó una severa advertencia: España se dirige hacia una «parálisis» económica y social a partir de 2026 si el Ejecutivo no logra aprobar unos Presupuestos Generales del Estado y si se agota sin reemplazo la financiación de los cruciales fondos europeos Next Generation.
El mensaje de Bravo no deja lugar a dudas sobre la gravedad del panorama. Según el dirigente popular, la inacción presupuestaria no es un mero tecnicismo, sino un obstáculo que impedirá la realización de «inversiones urgentes y fundamentales» en áreas vitales como las infraestructuras de transporte, la energía o el agua. Esta paralización, advierte, se extenderá a los servicios públicos esenciales, impactando directamente en la Sanidad, la Educación y la Vivienda, sectores ya tensionados por la falta de planificación a largo plazo.
DESPRESTIGIO INTERNACIONAL
La crítica del PP trasciende las fronteras nacionales. Bravo acusó al Gobierno de ser el único país europeo que aún no ha presentado su proyecto de presupuestos en Bruselas. Esta dilación, sostiene, no solo tiene consecuencias internas, sino que deteriora seriamente la imagen y el prestigio de España en el ámbito internacional. «Nadie se fía de nosotros,» sentenció Bravo, haciendo hincapié en la falta de credibilidad que, a su juicio, proyecta el actual presidente del Gobierno: «Sánchez no es una persona de fiar.»
El vicesecretario de Infraestructuras denunció que el Ejecutivo central ha superado la marca de «más de 1.000 días sin aprobar las cuentas» a través de la vía ordinaria, una situación que, además de generar incertidumbre, imposibilita la planificación de las grandes inversiones que la economía española requiere para ser competitiva. La situación se agrava, según Bravo, por el apoyo que el Gobierno busca para la aprobación de las cuentas: «El único socio que tiene ahora Sánchez para los presupuestos de este año es Bildu. Esto merece una reflexión.»

RÉCORD DE RECAUDACIÓN, DÉFICIT CRECIENTE Y SERVICIOS DETERIORADOS
La paradoja que subraya el PP es la incapacidad del Gobierno para cuadrar las cuentas, a pesar de registrar cifras récord de ingresos. Bravo aportó un dato demoledor: en lo que va de año, los españoles han pagado 28.000 millones de euros más en impuestos y cotizaciones sociales.
“Con una recaudación récord, este Gobierno no es capaz de cuadrar las cuentas. La deuda cada vez es mayor y los servicios públicos funcionan peor,” argumentó el vicesecretario, pintando un escenario de ineficiencia gubernamental. Sus palabras se tradujeron en ejemplos cotidianos del deterioro: “Los trenes se paran, la luz se apaga y el poder adquisitivo de las familias decrece.”
Esta inoperancia se traslada, según Bravo, a las comunidades autónomas, que se ven forzadas a navegar en la incertidumbre al no conocer su objetivo de déficit ni los fondos exactos con los que contarán. «Por desgracia, el objetivo del Gobierno no es tener o no presupuestos, sino lo que le interese a Sánchez,» concluyó, señalando la supeditación de la gestión pública a los intereses políticos del presidente.
FEIJÓO ACUSA A SÁNCHEZ DE SER EL EJE DE LA CORRUPCIÓN
En un segundo eje de crítica, la cúpula del Partido Popular, a través de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, elevó el tono de la tensión política, vinculando directamente a Sánchez con los escándalos de corrupción que salpican al entorno gubernamental.
Ante la «avalancha de información insoportable» sobre presuntos casos de corrupción, Feijóo declaró que “lo que queda claro es que están todos implicados” y fue más allá en su acusación contra el presidente: “Sánchez no debería dimitir solo por estar rodeado de presuntos delincuentes, sino porque es imposible que pudiesen delinquir sin él.”
El líder de la oposición utilizó sus intervenciones para trazar una clara hoja de ruta del PP, la cual, asegura, se contrapone al «frentismo» que, según él, promueve el Gobierno. “Me declaro radicalmente en contra del frentismo,” aseveró, prometiendo que su partido trabaja para «unir a los españoles» y centrarse en la solución de sus problemas reales.

INDIGNACIÓN QUE DEBE CONVERTIRSE EN PROPUESTA
Feijóo enfatizó que el PP se rebela contra las «anomalías que se han instalado en España» y llamó a la movilización ciudadana y política, pero con un propósito constructivo. “La indignación que tiene miedo a gobernar es un fraude que solo favorece a la coalición de intereses que malgobierna España,” advirtió, sentando las bases de su filosofía política. La protesta, para el PP, no debe ser estéril: “Para que no sea estéril, la indignación no puede acabar en protesta, sino en propuesta.”
En este sentido, el líder popular destacó la agenda alternativa de su partido, que incluye propuestas concretas en temas críticos como la vivienda, la conciliación, la lucha contra la pobreza, el apoyo al sector primario, la gestión del agua y la reducción de impuestos.
Feijóo lamentó que el Gobierno bloquee las iniciativas del PP en las Cortes con el único objetivo de «ocultar que existe una alternativa». Como respuesta a este bloqueo, recordó el anuncio de su partido de presentar un conflicto de atribuciones contra el Congreso, buscando desbloquear el debate y la actividad parlamentaria.
INMIGRACIÓN, DEFENSA Y LA «SÚPER REBAJA» DE ESPAÑA
El presidente del PP también abordó la problemática migratoria, insistiendo en que «omitir los problemas no los hace desaparecer, sino que los agrava.» El PP, en este delicado tema, ha presentado propuestas que buscan un equilibrio basado en el «orden y la legalidad», huyendo del «simplismo». “La inmigración bien gestionada es una oportunidad, pero gestionada como hasta ahora es un problema cada día mayor,” resumió. Ante las críticas y etiquetas, Feijóo fue rotundo: “No somos ni duros ni blandos, somos firmes y sólidos.”
En el plano internacional, la política de Sánchez fue igualmente criticada. Feijóo puso en duda la credibilidad de España en foros internacionales, citando el ejemplo de Gaza, donde afirmó haber mantenido una postura coherente, a diferencia de Sánchez: «A mí no me felicitó Hamás, pero al presidente del Gobierno, dos veces.» Asimismo, criticó la doblez en el compromiso con la OTAN respecto al gasto en Defensa, preguntándose «cómo van a tomar en serio a España» cuando el presidente ofrece posturas contradictorias.
Feijóo concluyó con una dura reflexión sobre el precio que los pactos de investidura están cobrando al país, asegurando que el actual Gobierno “es el mayor lastre que tiene España”. La situación ha sido aprovechada por los socios, quienes «se han dado cuenta de que España está de súper rebajas,» permitiendo que «nunca han conseguido tanto tan pocos.» Para el líder del PP, la solución es clara: «Hoy el PSOE sanchista es un gran problema, Vox tal vez sea un síntoma de ese problema, y solo el PP es la solución.»
Finalmente, y en un gesto de condena social, Feijóo hizo una encendida defensa de las víctimas de la violencia machista, criticando que «no hay derecho a que se minimice el sufrimiento de una sola mujer que sienta miedo en este país.»