Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, declaró el 10 de septiembre, la única vez que lo ha hecho, ante el juez Juan Carlos Peinado que la investiga por varios delitos, entre ellos el de malversación. Cuando fue interrogada por la relación con su asesora Cristina Álvarez, la mujer del presidente dijo que «tenía acceso a su correo porque en otro caso, no podía realizar sus funciones» y que «de alguna manera muy excepcional la solicitó enviar algún mensaje por correo, de una manera muy esporádica y por la relación de confianza». Por esta relación Gómez y su ayudante están acusadas de malversación.
Sin embargo, la UCO encontró hasta 121 mails entre Cristina Álvarez y el ex vicerrector de Relaciones Institucionales Juan Carlos Doadrio, lo que no parece hecho de «manera excepcional» ni «esporádica». Tras el cese de Doadrio Álvarez, Begoña Gómez y Cristina Álvarez siguieron trabajando con su sucesor en todo lo relativo a la cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC).
La última vez que Begoña Gómez acudió a los madrileños juzgados de Plaza de Castilla fue el 10 de septiembre después de que el juez Peinado adelantase su interrogatorio porque su abogado no podía el día 11 como estaba estipulado.
Ahora está llamada a comparecer el próximo 6 de octubre para que Peinado le comunique la transformación del resto de la causa en procedimiento de juicio por el Tribunal del Jurado.

La última vez que Begoña Gómez acudió a declarar lo hizo después de que el juez adaptase el calendario a las necesidades de su abogado. Tan solo estuvo unos minutos porque solo contestó a su letrado, el exministro Antonio Camacho. Acudió como investigada porque el juez cree que usaba a una empleada de Moncloa, Cristina Álvarez, para sus negocios privados. A diferencia de los testigos, que están obligados a decir la verdad, Begoña Gómez tenía derecho a no declarar en su contra.
BEGOÑA GÓMEZ NEGÓ LA MALVERSACIÓN
Sin embargo, Begoña Gómez, se desvinculó del delito de malversación de caudales públicos, el quinto delito que investigó el juez Juan Carlos Peinado y que está también visto para la apertura de juicio oral. Gómez admitió que su asesora Cristina Álvarez contestó a algunos mails relacionados con la cátedra que impartía en la UCM como «favor personal» dada la relación de amistad entre ambas.
Por los otros cuatro ambas mujeres, junto al empresario Juan Carlos Barrabés, están acusados de otros cuatro delitos y su causa seguirá el mismo paso, el de un juicio por jurado popular, según notificó Peinado este jueves.
La última declaración de Gómez no llegó a los cinco minutos de duración y apenas respondió a tres preguntas. La esposa del presidente Sánchez dijo que eligió a Cristina Álvarez como asesora en el palacio de la Moncloa porque le dijeron que tenía que designar a alguien como asistente personal, una decisión que también habían tomado las anteriores esposas de los presidentes del Gobierno. También aseguró que «llevaba la agenda institucional y era conocedora de la agenda personal para coordinar las actividades. También acompañaba a la declarante (Gómez) en los actos oficiales y en algún acto particular».
Gómez explicó al juez Peinado que escogió a Cristina Álvarez porque era su amiga personal y la conocía de antes de llegar al palacio de La Moncloa y que su trabajo estaba relacionado con su agenda personal como esposa del presidente, medidas de seguridad y coordinación con la unidad de protocolo de Moncloa. Álvarez estaba a su disposición las 24 horas del día y 7 días a la semana. También defendió a la funcionaria al decir que «ella ha cumplido perfectamente el desempeño de sus funciones». Cristina Álvarez, fue citada ese mismo día por Peinado pero se acogió a su derecho a no declarar.
Pero el pasado sábado 27 de septiembre en una clara coordinación de estrategia procesal no acudieron a declarar ante el juez Peinado tanto Begoña Gómez, como Cristina Álvarez y Francisco Martín. Habrá que esperar a ver qué sucede el día 6 de octubre por la tarde si los investigados Barrabés, Álvarez y Gómez, deciden no acudir tampoco esta vez para que el juez les comunique los cuatro delitos de los que se les acusa.
CINCO DELITOS
En total la esposa de Pedro Sánchez acumula acusaciones por cinco delitos, cuyas penas máximas sumadas supondrían hasta 17 años de cárcel, un panorama que se antoja difícil de sortear ante dos jurados públicos. Hay que matizar que la acusación por malversación va en otra causa aparte de momento, si la Audiencia Provincial no decide unirlas en un mismo acto y juzgar los cinco delitos al mismo tiempo.
Peinado acusa a Begoña Gómez de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida, intrusismo profesional y malversación. Éste último es el más grave por la pena que contempla, hasta seis años de cárcel.
En un principio Peinado rechazó incluir tanto a Begoña Gómez como a su asistente de Moncloa, Cristina Álvarez, como investigadas por malversación. El juez tomó la decisión de acusar a ambas de malversación después de «la declaración del vicerrector Sr. Doadrio, que dijo tener muchos correos con Begoña Gómez y su asistenta Cristina Álvarez, añadiendo que ésta última era la persona de confianza ya que siempre la acompañaba cuando iba a la Universidad, siendo ella la receptora de los correos».
En total, 121 correos por más que Begoña Gómez califique esa relación epistolar de «muy excepcional».