El 51% de los españoles todavía ve la salud mental como una debilidad, según un estudio

La salud mental es un tema bastante delicado en el mundo. Conoce un poco más sobre esto y sobre el por qué muchos lo siguen viendo como una debilidad e incluso temen el hecho de ir a terapia.

La salud mental se ha convertido en uno de los temas más relevantes de los últimos años, no solo en el ámbito médico, sino también en el social y laboral. Sin embargo, pese a los avances en la conversación pública, un nuevo estudio realizado por Unobravo y Dynata revela que todavía existe un largo camino por recorrer. Según los datos, más de la mitad de los españoles (51%) continúa viendo la salud mental como una debilidad, lo que demuestra que el tabú sigue muy presente en la sociedad actual.

El informe, elaborado con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, refleja que solo un 18% de la población siente que hoy se puede hablar de este tema con naturalidad. La diferencia entre generaciones también es notable: mientras los jóvenes empiezan a normalizar las conversaciones sobre emociones y bienestar, los adultos de entre 35 y 55 años siguen mostrando más reticencia. La salud mental, lejos de ser una cuestión superada, sigue generando incomodidad y prejuicios que frenan el acceso a la ayuda profesional.

2
Los jóvenes, entre el cambio y la incomprensión

“Los jóvenes son los más afectados”. Fuente: Pexels

Los más jóvenes son quienes más sienten el peso del estigma asociado a la salud mental. Aunque son la generación que más habla abiertamente del tema, también son quienes más sufren la invalidación emocional. El 67% asegura haber escuchado frases como “todos tenemos problemas” o “tienes que ser más fuerte”, y un 33% ha llegado a oír que “la terapia es para locos”. Este tipo de comentarios refleja una mentalidad aún anclada en el pasado, donde pedir ayuda se interpretaba como una señal de debilidad.

Aun así, hay motivos para el optimismo. Entre los jóvenes de 20 a 24 años, un 60% cree que la conversación pública sobre la salud mental avanza en la dirección correcta. La exposición en redes sociales, la visibilidad de figuras públicas que comparten sus experiencias y el auge de la psicología online están contribuyendo a derribar los prejuicios. La empatía y la educación emocional empiezan a ocupar un espacio que antes se evitaba.

Publicidad
Publicidad