Caminar puede parecer una acción tan simple que pocos se detienen a pensar en todo lo que puede aportar al cuerpo. Sin embargo, un estudio reciente ha sacudido las bases de la prevención médica al demostrar que no solo importa cuánto se camina, sino también cómo se hace. Según una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong Kong, caminar rápido podría reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente el de pulmón. Este hallazgo llega como una bocanada de aire fresco en un mundo donde el sedentarismo se ha convertido en un enemigo silencioso.
Los expertos analizaron datos de más de 430.000 personas del Biobanco del Reino Unido y validaron sus conclusiones con un grupo de voluntarios en Hong Kong. Lo sorprendente es que caminar rápido mostró una protección más sólida que simplemente caminar más tiempo. Es decir, la calidad del paso importa tanto o más que la cantidad. Así, la velocidad con la que una persona camina puede ser un indicador sencillo, accesible y poderoso para medir su salud general y su riesgo de padecer cáncer.
2Las caminatas como termómetro de la salud física y mental

La velocidad al hacer una caminata ha sido considerada durante años un reflejo del estado físico general. Según el profesor Cheung Ching Leung, de la Universidad de Hong Kong, esta medida es una forma rápida y fiable de evaluar la función corporal y predecir riesgos de enfermedades relacionadas con la edad, como las cardiovasculares, la demencia o la mortalidad prematura. Caminar rápido, por tanto, no solo fortalece el cuerpo, sino que también revela mucho sobre cómo envejecemos y cómo responde nuestro organismo ante los retos de la vida moderna.
Además, caminar rápido ayuda a activar el músculo esquelético, que desempeña un papel fundamental en la regulación de procesos inflamatorios y metabólicos. Este detalle podría explicar por qué las personas más activas y con un paso enérgico tienden a tener menos alteraciones en el sistema inmune y metabólico, reduciendo así las probabilidades de desarrollar tumores. Caminar, en definitiva, es una forma sencilla y gratuita de mantener el equilibrio entre cuerpo y mente.