Tras muchos rumores te contamos cómo es en realidad la nueva ‘variante Frankenstein’ del COVID

El COVID siempre ha llevado consigo el miedo infundado en la sociedad y esta vez ha empeorado con una variante que está llamando bastante la atención, en especial por su nombre.

Desde hace unas semanas, el COVID vuelve a ocupar titulares por una nueva mutación que ha despertado curiosidad y cierto temor: la llamada “variante Frankenstein”. Su nombre ya da pie a imaginar algo inquietante, un virus que se reinventa mezclando fragmentos de otros para burlar nuestras defensas. Sin embargo, más allá del impacto mediático, lo importante es entender qué hay de verdad detrás de este fenómeno y qué dicen los expertos sobre su posible riesgo.

El COVID ha demostrado una enorme capacidad para mutar desde su aparición. La variante XFG, oficialmente bautizada como Stratus, es un ejemplo más de esa constante evolución. Lejos de ser un monstruo de laboratorio, se trata de un linaje recombinante, nacido de la unión de dos subvariantes de ómicron, la LF.7 y la LP.8.1.2. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como “variante bajo monitoreo” el pasado junio, lo que significa que debe vigilarse, pero sin pruebas de que implique un peligro superior.

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Lo que todavía se desconoce de esto

“Prevención ante lo desconocido”. Fuente: Pexels

El COVID, y en particular la variante Frankenstein, plantea preguntas que aún no tienen respuesta. ¿Tiene realmente una ventaja de transmisión significativa frente a otras variantes? ¿Podría escapar de manera más eficiente a la inmunidad generada por vacunas o infecciones previas? ¿Es posible que derive en nuevos linajes aún más complejos? Estas cuestiones solo podrán resolverse con más investigación, secuenciación genómica y estudios clínicos.

El apodo “Frankenstein” cumple con el papel de atraer atención, pero también puede generar miedo innecesario. Los coronavirus llevan millones de años recombinando su material genético; lo que diferencia al COVID actual es que ahora tenemos la tecnología para detectar esos cambios casi en tiempo real. XFG, al igual que otras variantes recombinantes observadas en años anteriores, no representa por ahora una amenaza mayor, pero sí una oportunidad para aprender. La lección principal es que la mejor defensa frente al COVID no es el alarmismo, sino la ciencia y la vigilancia constante.

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