Desde los orígenes de la humanidad, los alimentos han sido nuestra fuente de energía, salud y, en muchos casos, de placer. A lo largo de los siglos hemos buscado la manera de comer mejor, de aprovechar lo que la naturaleza ofrece para fortalecer el cuerpo y prolongar la vida. Hoy, esa búsqueda ancestral tiene un aliado indiscutible que es la ciencia de la nutrición. Y un reciente estudio lo confirma con una revelación esperanzadora que afirma que aumentar la variedad de alimentos en nuestra dieta puede ayudarnos a vivir más y mejor.
Aunque ya sabemos mucho sobre calorías, proteínas o vitaminas, los expertos recuerdan que aún queda mucho por descubrir. Solemos escuchar qué alimentos debemos evitar, pero no tanto cuáles deberíamos sumar para mejorar nuestra salud. En ese contexto surge el concepto de biodiversidad alimentaria, que invita a ampliar la gama de productos que consumimos cada día. Porque no solo importa cuánto comemos, sino cuán diverso es lo que ponemos en el plato.
2El estudio que demuestra cómo los alimentos diversos alargan la vida
El equipo científico que lideró este trabajo llevó a cabo un amplio estudio, conocido como PREDIMED, con la participación de más de 7.200 personas de entre 60 y 80 años, todas con alto riesgo cardiovascular. Durante seis años analizaron cuidadosamente los alimentos que formaban parte de sus dietas y crearon un indicador llamado Riqueza de Especies Dietéticas (DSR) para medir cuántas especies animales y vegetales diferentes consumía cada participante.
Los resultados fueron tan claros como reveladores, y es que por cada especie adicional que se incluía de forma habitual en la dieta, el riesgo de morir por cualquier causa se reducía en un 9 %. Y si se trataba de muertes relacionadas con la alimentación, la reducción era aún más significativa con un 7 % menos de riesgo por enfermedades cardiovasculares y un 8 % menos por cáncer. En otras palabras, la variedad de alimentos no solo aporta placer a la mesa, también suma años de vida.
