El exministro socialista José Luis Ábalos y todavía diputado del Grupo Mixto se ha acogido este miércoles a su derecho a no declarar ante el magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, que le investiga en el marco de una causa por presuntos delitos de corrupción, en concreto favorecer con adjudicaciones de obras púbicas a empresas privadas mientras era titular del ministerio de Transportes. Es la primera vez de las cuatro ocasiones en las que acudió a declarar que Ábalos guardó silencio.
Ábalos acudió solo, sin abogado, tres cuartos de hora antes de que comenzase su interrogatorio. Poco después acudió su anterior letrado, José Aníbal Álvarez, por imperativo del magistrado instructor que entendió que la renuncia de Ábalos se producía en fraude de ley.
Una vez ante el juez, ha justificado su silencio señalando que se sentía indefenso por haber comparecido sin un letrado de su confianza, han informado fuentes presentes en la comparecencia que se ha extendido durante aproximadamente 40 minutos. Su abogado hasta esta semana ha advertido en ese momento de la existencia de una causa de nulidad de las actuaciones por esta razón y el juez Puente ha agradecido el apunte, pero ha decidido continuar con la diligencia.
Durante la vistilla posterior a su comparecencia las acusaciones populares, representadas por el Partido Popular (PP), pidieron su ingreso en prisión, pero la Fiscalía Anticorrupción se opuso y el fiscal Alejandro Luzón pidió mantener las actuales medidas cautelares de retirada del pasaporte y acudir al juzgado cada 15 días, a pesar de que los indicios en su contra han aumentado considerablemente tras el informe patrimonial elaborado por la UCO de Guardia Civil.