Mientras exploraba contenidos en Internet, me encontré con un artículo que abordaba el notable desarrollo del sistema de educación superior en Kazajstán. En él se explicaba cómo este país de Asia Central está posicionándose como un nuevo hub educativo en la región euroasiática. Este enfoque me pareció especialmente interesante en el contexto de la cooperación académica internacional y del creciente papel que desempeñan las universidades en la diplomacia y la innovación global.
Para conocer de primera mano qué hay detrás de estas ambiciones y qué oportunidades pueden surgir para España, conversé con el Excmo. Sr. Danat Musayev, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República de Kazajstán en nuestro país.
Pregunta: Señor Embajador, en los últimos años se escucha con más frecuencia que Kazajstán está emergiendo como un nuevo centro educativo en Eurasia. ¿!– /wp:paragraph –>
Respuesta: En el núcleo de las transformaciones que está viviendo Kazajstán se encuentra una convicción muy clara: la educación es un recurso estratégico para el desarrollo sostenible. Consideramos la educación superior no solo como un mecanismo para formar profesionales altamente cualificados, sino también como una herramienta esencial para consolidar la base científica e innovadora del país.
Por esta razón, la internacionalización de nuestro sistema educativo se ha convertido en una prioridad de Estado.
Kazajstán aspira a consolidarse como un hub académico y científico de Eurasia. Nuestra ubicación geográfica privilegiada, en el cruce de importantes rutas comerciales y logísticas, así como nuestra infraestructura en expansión, refuerzan esta vocación.
El número de estudiantes internacionales que eligen Kazajstán no deja de aumentar. El año pasado alcanzamos una cifra récord de 31.500 estudiantes extranjeros. Y para 2028, nos hemos propuesto un objetivo ambicioso, pero realista: superar los 100.000. No se trata únicamente de crecer en términos cuantitativos, sino también cualitativos: apostamos por programas internacionales de calidad, movilidad académica, intercambio científico, digitalización y el desarrollo de plataformas de investigación.
P: ¿Cómo está logrando Kazajstán estos avances? ¿Qué hay realmente detrás de estas cifras?
R: Estamos actuando con una visión estratégica a largo plazo. Uno de los pilares fundamentales ha sido la implementación de la iniciativa estatal “Study in Kazakhstan”, cuyo objetivo es posicionar al país entre los referentes del sistema educativo global. Esta estrategia incluye una amplia gama de medidas: desde programas de becas y ayudas económicas, hasta iniciativas de movilidad académica, convenios bilaterales y apoyo a alianzas internacionales. Gracias a ello, hemos puesto en marcha decenas de nuevos programas de cooperación y hemos incrementado de manera notable el reconocimiento y la confianza en la educación kazaja.
Otro aspecto clave es el potencial demográfico. Solo entre 2020 y 2022 nacieron en Kazajstán casi 1,5 millones de niños. En los países vecinos de Asia Central, cada año nacen más de un millón de niños, y en Pakistán unos 5 millones. En la India, actualmente hay aproximadamente 650 millones de personas menores de 25 años que necesitarán acceder a la educación superior en los próximos años.
Según los últimos datos de la UNESCO, de los 8.200 millones de habitantes que tiene el planeta, solo 254 millones cuentan con un acceso pleno a la educación superior. Esto significa que más de 8.000 millones de personas carecen de oportunidades suficientes o no tienen acceso real a un entorno académico completo. La brecha es inmensa, y el mercado educativo global, en consecuencia, también.

En este contexto, Kazajstán se está posicionando como una opción cada vez más atractiva para estudiantes internacionales. Ya recibimos alumnos de regiones tan diversas como Asia Central y del Sur, Oriente Medio, China, Turquía, Rusia, Azerbaiyán, África y otros países. Esta tendencia refleja el creciente interés por nuestra oferta académica y la confianza en el modelo educativo que estamos construyendo.
P: ¿Qué papel desempeñan las universidades extranjeras dentro de esta estrategia?
R: Un papel fundamental. Kazajstán aspira a consolidarse como una plataforma clave para la educación transnacional. Actualmente colaboramos con más de 40 países y estamos facilitando la apertura de campus y filiales de universidades internacionales de prestigio. Solo en los últimos dos años, se han establecido en nuestro país centros de instituciones como Cardiff University, Coventry University, Woosong University, Arizona State University, Gazi University, así como de varias universidades líderes de China, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos etc.
Ofrecemos un entorno muy competitivo para este tipo de proyectos: incentivos fiscales, infraestructura ya desarrollada, programas de subvenciones y un sólido apoyo institucional y administrativo. Además, abordamos cada iniciativa de forma personalizada, lo cual es altamente valorado por las universidades extranjeras que desean ampliar su presencia fuera de los mercados tradicionales y conectar con una población estudiantil joven, dinámica y en expansión en Asia Central y regiones vecinas.
P: Según entiendo, la ciudad de Almatý desempeña un papel especial en el sistema educativo del país.
R: Efectivamente. Almatý es, históricamente, el corazón intelectual y académico de Kazajstán. Es la sede de algunas de las instituciones de educación superior más emblemáticas del país, como la Universidad Nacional kazaja al-Farabi, la Universidad Pedagógica Nacional Abai y la Universidad Nacional Agraria de Kazajstán, todas con una trayectoria de más de un siglo. Además, Almatý se está posicionando como una plataforma internacional para el diálogo científico, educativo y cultural.
El pasado 3 de agosto de 2025, con la presencia del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, se inauguró en esta ciudad el Centro Regional de la ONU para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) destinado a los países de Asia Central y Afganistán. Esta iniciativa, que refuerza la vocación internacional de mi país, fue respaldada por 152 Estados miembros, incluida España, que actuaron como coautores de la resolución correspondiente adoptada por la Asamblea General de la ONU el 4 de marzo de 2025. Se trata de un hito que subraya el creciente reconocimiento del papel de Kazajstán en la escena internacional, no solo como socio regional, sino también como actor comprometido con la sostenibilidad global.
Asimismo, Kazajstán y España mantienen un Acuerdo de Asociación Estratégica, que incluye ámbitos clave como la educación, la ciencia y la cultura. Además, mi país forma parte del Acuerdo de Asociación y Cooperación Reforzada con la Unión Europea, lo cual proporciona un marco jurídico e institucional sólido para seguir profundizando los vínculos académicos, investigativos y culturales entre nuestras naciones.
P: ¿Qué oportunidades puede ofrecer Kazajstán a las universidades españolas y por qué es importante aprovecharlas ahora?
R: Kazajstán representa hoy una propuesta única, que combina calidad académica, accesibilidad y capacidad de crecimiento. Nuestro país cuenta con un nivel universitario cada vez más competitivo, un ecosistema científico en expansión y un reconocimiento internacional creciente, lo que nos convierte en un socio educativo atractivo y fiable.
Además, mi país concentra cerca del 80 % de toda la inversión extranjera directa que llega a Asia Central, lo cual demuestra el alto grado de confianza que inspira entre los actores económicos globales. Las relaciones comerciales entre Kazajstán y España están en constante crecimiento, y cada vez son más las empresas españolas que amplían su presencia en el mercado kazajo. Esto crea una base natural para reforzar también la cooperación en el ámbito académico, científico y tecnológico.

Por otra parte, Kazajstán ofrece condiciones de vida altamente favorables para los estudiantes internacionales: formación de calidad a precios competitivos, coste de vida considerablemente más bajo que en la mayoría de los países europeos, alojamiento accesible, transporte económico y servicios sanitarios asequibles. Todo ello configura un entorno seguro, cómodo y estimulante para el estudio, la investigación y la vida universitaria.
P: ¿Qué formas de cooperación considera más prometedoras con universidades kazajas?
R: Sin duda, los programas de doble titulación. En la actualidad, Kazajstán cuenta con más de 245 iniciativas de este tipo, en colaboración con universidades de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, China, Corea del Sur, entre otros países. Es un modelo altamente beneficioso para todas las partes: los estudiantes obtienen una formación internacional y una ventaja competitiva real en el mercado laboral global; las universidades españolas refuerzan su visibilidad internacional y garantizan un flujo constante de alumnos internacionales; y las universidades kazajas acceden a metodologías, experiencias y recursos académicos de primer nivel.
Hasta ahora, nuestra cooperación con España se ha canalizado principalmente a través de programas multilaterales como Erasmus+, intercambios estudiantiles y estancias de corta duración. Estas fórmulas han dado buenos resultados, pero ha llegado el momento de dar un paso más: avanzar hacia una colaboración más profunda mediante programas bilaterales estables y sostenibles. Esto permitiría, además, crear equipos conjuntos de investigación, impulsar la innovación compartida y elevar el prestigio académico de nuestras instituciones en los rankings internacionales.

El siguiente paso natural sería la apertura de filiales académicas completas de universidades españolas en Kazajstán. Mi país está preparado para ello: disponemos de la experiencia, el marco legal adecuado y, sobre todo, la voluntad institucional y gubernamental. Podemos ofrecer terrenos, infraestructuras modernas, incentivos fiscales y subvenciones destinadas a la formación y el alojamiento. Las condiciones están dadas para iniciar un proyecto ambicioso y duradero.
P: ¿Reciben este tipo de iniciativas el apoyo del Estado?
R: Total apoyo. El Ministerio de Ciencia y Educación Superior de Kazajstán lidera una política activa de internacionalización: desde becas para estudiantes extranjeros hasta la creación de campus internacionales y centros tecnológicos. Solo en 2024, invertimos en laboratorios con KAIST, programas de inteligencia artificial con Google y Huawei, y en la ciudad tecnológica SciCity en Alatau, diseñada como ecosistema para educación, innovación y emprendimiento.
También está vigente el programa Bolashak, gracias al cual más de 12.000 estudiantes han sido formados en las mejores 250 universidades del mundo. Se suman a esto becas bilaterales, estancias de investigación y programas de doctorado conjunto (Split PhD), lo que abre grandes oportunidades para proyectos académicos hispano-kazajos.
P: ¿Y qué beneficios específicos pueden obtener las universidades españolas?
R:
- En primer lugar, es rentable económicamente. La matrícula media en España es de 3.000 a 7.000 € anuales. Incluso con solo 100 estudiantes, se obtienen ingresos adicionales sin grandes inversiones.
- En segundo lugar, supone una mejora en la reputación internacional. Programas conjuntos, intercambios y proyectos de investigación elevan el prestigio en rankings globales como QS y THE.
- En tercer lugar, se abren oportunidades de cooperación científica. Kazajstán prioriza áreas como la energía sostenible, la inteligencia artificial, el hidrógeno verde y los minerales raros. Son campos donde los centros españoles podrían colaborar activamente.
- En cuarto lugar, existe una creciente interacción cultural y lingüística. La demanda de español en Kazajstán va en aumento. Ya existen programas conjuntos para la enseñanza del kazajo y el ruso en Kazajstán y del español en España para estudiantes kazajos. También son populares los campamentos de verano lingüísticos, donde los jóvenes aprenden kazajo, ruso, inglés y chino, preparándose para su formación internacional. Por ello, abrir departamentos de español, traducción, relaciones internacionales y estudios latinoamericanos en universidades kazajas es un paso lógico y mutuamente beneficioso.
P: Finalmente, ¿cuál es su principal mensaje a las universidades españolas?
R: Mi mensaje es claro: no vean a Kazajstán como un país distante, sino como un socio estratégico con visión de futuro. Estamos construyendo infraestructuras modernas, facilitando el acceso a una juventud talentosa, y ofreciendo un entorno de estabilidad, seguridad y cooperación institucional.
En mi país, la universidad no es solo un lugar de formación académica: es un actor clave en la innovación, el desarrollo social y el crecimiento económico. Por eso, invito al sistema universitario español a sumarse a esta dinámica transformadora, desde el diálogo académico hasta la colaboración estructural.
Bienvenidos a Kazajstán.