El auge del alquiler de media estancia: una alternativa rentable ante las nuevas regulaciones turísticas 

El mercado del alquiler está viviendo un cambio de ciclo. Las nuevas normativas sobre viviendas turísticas en España y en muchas otras partes de Europa están marcando un antes y un después en la forma en que los propietarios gestionan sus inmuebles.

Aunque durante varios años, debido a su gran auge, el negocio del alquiler de pisos amueblados en Madrid y otras ciudades españolas estuvo centrado en el alquiler por días o semanas, ahora se está transformando en una tendencia que gana fuerza. Hablamos del alquiler de media estancia, es decir, contratos de entre uno y doce meses.

Esta modalidad se ha convertido en una especie de punto intermedio entre el alquiler tradicional y el vacacional. Y tiene todo el sentido del mundo, ya que con la regulación más estricta sobre licencias turísticas, los topes de precios en algunas ciudades y la creciente demanda de un alquiler más flexible por parte de los inquilinos, el alquiler de media estancia está surgiendo como una alternativa rentable y cada vez más popular.

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Además, hay que tener en cuenta que la forma de vivir y trabajar ha cambiado mucho en los últimos años. El teletrabajo, los nómadas digitales o los estudiantes internacionales hacen que cada vez más personas busquen alojamientos temporales que no sean ni un hotel caro ni un piso de alquiler a largo plazo.

En estas circunstancias, las plataformas de gestión especializadas en este tipo de estancias juegan un papel clave. Estas herramientas facilitan todo el proceso tanto para propietarios como para inquilinos. Así, alquilar durante unos meses se convierte en una opción más cómoda y segura, sin el estrés que puede suponer la gestión de un alquiler de este tipo.

Una solución muy rentable para propietarios

Para los propietarios, el alquiler de media estancia se ha convertido en una oportunidad muy interesante, puesto que les permite mantener una buena rentabilidad en su vivienda sin llegar a entrar en conflicto con las nuevas normativas locales que, en muchas zonas turísticas, están limitando los permisos para los alquileres vacacionales.

Por ejemplo, en ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga o Palma de Mallorca se han endurecido bastante los requisitos para los alquileres turísticos, exigiendoles unas licencias más específicas o llegando hasta a restringir el número de este tipo de viviendas en algunas zonas.

En estos casos, disponer de una vivienda de alquiler de media estancia es una muy buena manera de seguir rentabilizando al máximo una vivienda sin depender de que sea temporada alta o de que tengas los permisos turísticos correspondientes.

Además, con este tipo de contratos se suele atraer a inquilinos que son más estables y más responsables, lo que reduce el riesgo de impagos.

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Y otro punto importante es que muchos ayuntamientos ya no consideran el alquiler de media estancia como un alquiler de “uso turístico”, sino como “residencia temporal”. De esta manera se simplifica la gestión y se evitan las posibles sanciones.

Y también rentable y cómoda para los inquilinos

En 2025, los trabajos en remoto representan una parte cada vez más creciente del mercado laboral. Y este tipo de trabajadores ya no buscan alojarse en hoteles, sino en viviendas cómodas, bien equipadas y con los servicios necesarios incluidos que les permitan sentirse “como en casa”, aunque sea por unos meses.

Este tipo de alquiler se adapta perfectamente a ese estilo de vida flexible, con gente que cambia de ciudad según el proyecto, con estudiantes que pasan un semestre en el extranjero o con parejas de nómadas digitales que prueban suerte en una nueva ciudad antes de dar el salto definitivo. En todos estos casos, los alquileres de media estancia les ofrecen todo lo que necesitan, tanto comodidad como transparencia.

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