Estos son los edulcorantes que más dañan la memoria, según los expertos

Los edulcorantes se han mostrado como el sustituto saludable de el azúcar pero lo que muchos no saben es que puede afectar incluso el cerebro debido a sus componente. Conoce todo lo relacionado a los edulcorantes aquí, según estudios y expertos.

Los edulcorantes se han convertido en los grandes sustitutos del azúcar en la era moderna. Muchos los eligen pensando que son la opción más saludable para controlar el peso o evitar picos de glucosa, sin sospechar que podrían estar comprometiendo su salud cerebral. Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista ‘Neurology’ ha encendido las alarmas al revelar que el consumo habitual de ciertos edulcorantes podría acelerar el envejecimiento del cerebro y deteriorar la memoria.

El trabajo científico, liderado por la doctora Claudia Kimie Suemoto de la Universidad de São Paulo, analizó a más de 12.000 adultos durante ocho años y concluyó que quienes consumían más edulcorantes presentaban un deterioro cognitivo más rápido que quienes los evitaban. Este hallazgo sugiere que los edulcorantes, lejos de ser inocuos, podrían alterar la forma en que el cerebro procesa la información, afectando la fluidez verbal y la memoria a largo plazo.

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Menos dulzor, más salud cerebral

“Aprender a comer menos dulce”. Fuente: Freepik

Los edulcorantes deben consumirse con moderación o, si es posible, evitarse por completo. La evidencia disponible apunta a que reducir el dulzor general de la dieta es una de las mejores estrategias para proteger la memoria y mantener el cerebro joven por más tiempo. Sustituir los productos ultraprocesados por opciones naturales, como frutas frescas o pequeñas cantidades de stevia pura, puede marcar una gran diferencia en la salud mental y física.

En definitiva, los edulcorantes no son la solución milagrosa que muchos imaginaban. La ciencia empieza a revelar su cara menos amable, y lo que parecía una elección inteligente podría estar acelerando el envejecimiento del cerebro. Tal vez haya llegado el momento de replantear nuestra relación con el sabor dulce y devolverle al cuerpo lo que siempre ha pedido: equilibrio y naturalidad.

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