El intermediario Víctor de Aldama, imputado en la investigación del Caso Koldo que se sigue en el Tribunal Supremo, ha presentado ante la Sala de lo Penal un escrito donde ofrece datos de la compra de un local comercial por parte de José Luis Ábalos y su ex mujer Carolina Perles por 90.000 euros. Ahora Aldama dice que esa compra se efectuó en realidad por 110.000 euros y que puede acreditarlo. Es decir, que el matrimonio Ábalos-Perles habría pagado 20 mil euros en dinero negro.
La representación procesal de Ábalos sostiene en ese escrito que «en diferentes extremos del referido informe pericial, se alude a la adquisición por parte del Sr. Ábalos Meco y su entonces esposa Dª. Carolina Perles, del local sito en la Avenida de la Constitución, número 102, bajo de Valencia. En particular, en las páginas 47 y 48 de dicho informe se indica, con relación a las
operaciones que incluyen cheques bancarios, lo siguiente: “El día 8 de julio de 2020 se emitieron dos cheques bancarios por un importe total de 77.215€. Concretamente, el cheque n° (…) por importe de 27.215€ y el cheque n° (…) por importe de 50.000€, siendo beneficiario de ambos la sociedad Metalúrgica Cerrajera del Mediterráneo SL. Cabe recordar que esta Unidad informó en el oficio de fecha 17 de marzo de 2025 de la adquisición por parte de Ábalos y Carolina (Perles) de un local ubicado en (…), de Valencia, a la empresa reseñada en el párrafo anterior. En concreto, esta compraventa fue formalizada el día 8 de julio de 2020 por 90.000€», además en la cuenta bancaria (…) titulada por Ábalos y Carolina se ha observado que el día 8 de julio de 2020 se ingresaron 50.000€ vinculados a la constitución del préstamo n° (…) para la adquisición de este local».
Ahora bien, por otro lado, explica el abogado que «en un ordenador portátil intervenido en el domicilio del investigado Aldama se hallaron dos archivos de imagen que contenían el contrato de esta operación inmobiliaria fechado el día 23 de marzo de 2020. En este documento se
fijaba el precio de compraventa en 110.000€».
Por tanto, «en lo que respecta a la parte restante, 20.000€, analizadas las cuentas bancarias vinculadas a Ábalos no se han localizado movimientos bancarios que pudieran constituir el pago de estas arras, desconociendo si se habría producido y en qué condiciones. Resulta, por tanto, de dicho informe que el precio por el que se formaliza la compraventa ante notario no casa con la del contrato relativo a dicha operación inmobiliaria, que aparece en el ordenador del Sr. de Aldama y al que se refiere el informe de la UCO de 3 de octubre de 2025», añade el escrito.
CONTRATO DE ÁBALOS
Para probar todas sus afirmaciones Aldama ha entregado en el Supremo la copia de un contrato de compraventa, «remitida a mi mandante como archivo adjunto por mail de fecha 4 de abril de 2020, esto es, con posterioridad a la fecha consignada en el contrato privado, en virtud de la cual se modifica a la baja el precio de la compraventa, acomodándose la misma al precio de 90.000 euros. Como se desprende del meritado correo electrónico recibido por el Sr. de Aldama y remitido por su entonces empleada Dª. Piedad, es ésta quien redacta esta nueva versión del contrato, introduciendo cambios que, como indica, tiene pendiente comentar con él. Así, el correo electrónico indica literalmente lo siguiente: ‘Jefe. Ahí está el contrato. He cambiado otra cosa respecto al original. Si quieres te cuento cuando lo leas. Bs'».
Junto al correo se adjunta el contrato de 23 de marzo de 2020, «en una versión posterior a su fecha -de 4 de abril-, en la que se modifica el contrato “original” y en la que se reduce el precio de la compraventa a 90.000 euros, para hacerlo coincidir con el precio finalmente reflejado en la escritura pública de compraventa», añade Aldama en su escrito.
La conclusión del letrado de Aldama es que «el meritado documento no solo acredita la intervención de mi mandante y de personal a su cargo en la confección de distintas versiones de dicho contrato, pese a que el mismo no intervenga formalmente en la meritada operación inmobiliaria. La razón de la modificación del contrato no fue otra que la de adaptar el texto a la cantidad por la que se otorgaría la escritura pública de compraventa, y no dejar constancia de los pagos realizados en efectivo al vendedor, siendo el precio real notoriamente superior».
El ex ministro de Transporte negó estas acusaciones en la radio y aseguró que su defensa ya aportó al juez toda la información sobre esta operación inmobiliaria. Además, Ábalos hizo un llamamiento a los medios de comunicación a dejar de «hacer el ridículo» por darle credibilidad a «gente muy turbia», en referencia a Víctor de Aldama.