La denuncia del Fiscal Anticorrupción Grinda a la ‘fontanera’ del PSOE: «Esto es un soborno»

La denuncia del fiscal Grinda fue inicialmente archivada pero tras el escándalo fue reabierta y se investigó a Leire Diez

El sumario del Caso Leire o «fontanera» del PSOE está dejando declaraciones interesantes de los fiscales anticorrupción José Grinda e Ignacio Stampa, que según sus denuncias sufrieron un intento de soborno por parte de Leire Díez, la «fontanera» del PSOE. En sus denuncias ante sus compañeros fiscales ambos declararon con pelos y señales las reuniones a las que fueron convocados por Leire Díez en el caso de Stampa y de Pere Rusiñol en el caso de Grinda.

El 27 de febrero de 2025, en un escrito remitido por José Grinda, fiscal Anticorrupción, a su fiscal jefe, describía que el 27 de febrero de 2025 sobre las 12.40 horas se reunió en una cafetería con «mi amigo Pere Rusiñol, quien me había dicho días antes que quería entrevistarse conmigo».

Rusiñol es un periodista catalán que trabaja en Alternativas Económicas y es el editor de la revista Mongolia. Actualmente está imputado en este caso por su intermediación en la presunta trama de intento de soborno al menos a uno de los dos fiscales.

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La conversación según el escrito de Grinda, que luego ratificó ante su compañero fiscal encargado de investigar la denuncia, «me ha dicho que tenía una propuesta de alguien, sin decirme quien o quienes, haciéndome entrega, para que lo leyera, de un papel doblado en cuatro partes».

Ese papel eran dos folios «de tamaño A4, en los que, si no recuerdo mal había una escrita una cara y la mitad de otra», continúa Grinda. «Me ha dicho Pere que lo podía leer pero que no me podía entregar el documento. Me ha dejado solo un momento apartándose para que leyera el documento que decía aproximadamente lo siguiente», añadía el fiscal en su declaración.

Y a partir de ese momento Grinda pasa a relatar la oferta que le llega desde el entorno supuestamente de la «fontanera del PSOE», Leire Díez. En su escrito, Grinda recoge que en esas cuartillas de papel, «escrito en ordenador, decía que G, refiriéndose a mi, habia pedido protección (si no recuerdo mal estaba en mayúsculas el término ‘protección’) y se decia que se estaba en condiciones de proporcionarme un destino en el extranjero (en concreto, tres opciones) y que se comprometía a «liberarme» de una demanda contra mi pagando a la demandante (…) el triple de lo que pedía en el procedimiento judicial».

La exmilitante socialista Leire Díez, considerada «fontanera» del PSOE, sale de una rueda de prensa, en el Hotel Novotel, a 4 de junio de 2025, en Madrid (Fuente: Agencias)
La exmilitante socialista Leire Díez, considerada «fontanera» del PSOE, sale de una rueda de prensa, en el Hotel Novotel, a 4 de junio de 2025, en Madrid (Fuente: Agencias)

No era lo único que ofrecían a Grinda y alegaban que «yo estaba en posesión de secretos de mi jefe, acreditativos de actuaciones delictivas del mismo, y que si yo las manifestaba se llegaría a la destitución de mi jefe», continuaba el fiscal anticorrupción.

Pero además de ejercer de «chivato» de unas supuestas ilegalidades de su jefe, Grinda debía proceder al archivo de varios procedimientos que eran «según recuerdo, Caso Pujol Draco y otros relacionados, Caso 3% Sumarroca y otros, Aguas de Girona, ZED, Banca Privada de Andorra, Banco Madrid y relacionados (Duro Felguera) y Caranjuez», explica el fiscal, que es cierto que investiga o investigó todos estos casos excepto el Caso Pujol.

Asimismo, «debía comprometerme a explicar el origen de la investigación de Sandro Rosell, así como dar explicación de mis visitas al CNI, que se calificaban como extrañas, dando como fuente de estas visitas a FM (entiendo, según ha corroborado Pere, Francisco Martínez)».

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Evidentemente la oferta al fiscal Grinda, que tardó en ponerla en conocimiento del fiscal jefe lo que tardó en redactar el resumen de su cita tras volver a su despacho, consistía en dos cuestiones: «una posibilidad de acceder a dos beneficios (un destino profesional y un dinero, por la vía que no hubiera un daño emergente, del pacto con una demandante) que, por cierto, es controlada (pagada) por personas a las que investigo».

Luego pasaba a relatar que «el objeto de esta denuncia es, conforme ya he hablado, y aconsejado por él, con el excelentísimo señor fiscal-jefe Alejandro Luzón durante esta mañana, poner en conocimiento que se me está proponiendo realizar actividades relacionadas con mi cargo de Fiscal contrarias al Derecho».

El escrito fue entregado el mismo 27 de febrero a las 17.53 horas. El 19 de mayo un decreto de fiscalía, firmado por el fiscal Juan Pablo Nieto, decidía el archivo de la causa, tras «intentar en 9 ocasiones comunicar seriamente con la supuesta fuente informante con un resultado nulo» y consideraban que los hechos denunciados por Grinda «quedan residenciados en una conversación estrictamente privada, en un restringido ámbito de amigable confianza, sin mayores consecuencias de contraste. Y ahí debe de quedar, sin perjuicio de que, de aparecer nuevos hechos, se pueda retomar a investigación».

Es decir, que el intento de soborno a un fiscal anticorrupción se calificaba de «amigable confianza». Pero el escándalo, con el paso de los meses, era imposible de ignorar y el 26 de junio el caso se reabría y José Grinda era llamado a declarar por el fiscal investigador, que una de las preguntas que le hace es «por qué cree que su interlocutor del 27/02/25 (Rusiñol) no le dio el papel que sería tan útil para la instrucción».

GRINDA ESTABA «ALUCINADO»

La respuesta de Grinda fue que «la razón por la que no lo hace (llevarse el papel) es que está literalmente alucinado. Está sin capacidad de reacción y se ocupa más de preguntar al Sr. Pere Rusiñol algunos aspectos básicos del escrito que acabo de leer (…). El motivo de la cita fue un eventual encuentro porque le consideraba un amigo, ya no tanto».

El fiscal Grinda también declaró que le preguntó al «mensajero» quien le habia dado el papel y la respuesta fue que «no te lo puedo decir, tengo la convicción de que se lo ha dado Sandro Rosell. En ese momento empiezo a desconfiar mucho del sr. Rusiñol, quien ya tenía el papel en su poder porque se lo había devuelto, literalmente lo cogió el». El fiscal continúa exponiendo que «mi convicción era que se lo dio Sandro Rosell porque ambos son amigos. Yo he estado comiendo y cenando con ambos. De quien lo ha elaborado yo deduzco que tienen que ser personas que están detrás o bajo investigación en los procedimientos mencionados por la denuncia».

GRINDA: «EN MI VIDA HE PEDIDO FAVORES DE ESA CLASE»

Sobre la supuesta pedida de «protección» de Grinda explica el fiscal que «es obvio que el no ha pedido protección. Yo le dije que había hablado con el Fiscal General del Estado y con José Luis Rodríguez Zapatero para conseguir comparecer en la Comisión del Congreso. Fuera de ahi en su vida ha pedido favores de esa clase».

Luego fue preguntado si reconocía contradicciones «en la conducta del Sr. Pere Rusiñol», a lo que el fiscal Anticorrupción contesta que «sí, que es muy contradictorio porque yo lo consideraba un amigo, de hecho, yo entiendo que me están montando una trampa» y luego explica Grinda que ese documento según habría manifestado Rusiñol «viene avalado por una señora que llaman Leyre. Yo le digo que voy a hablar con mi jefe de manera inmediata, como hice porque esto es un soborno y lo voy a denunciar y Rusiñol me contestó ‘hombre, si no has aceptado’ y me vuelve a repetir esperan una respuesta, y yo les digo ‘que se vayan a la mierda, y yo soy funcionario público'».

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