La DGT ha comenzado a aplicar sanciones económicas de hasta 600 euros a conductores que utilizan las luces antiniebla sin justificación meteorológica. Eugenio Gil, veterano jefe de área del organismo, advierte que las multas ya están activas sin necesidad de previo aviso en carreteras de toda España. El endurecimiento responde a un aumento del deslumbramiento entre vehículos que ha provocado varios accidentes durante los meses de otoño e invierno anteriores. La normativa de iluminación vehicular no es nueva pero su vigilancia automatizada sí representa un cambio radical en la forma de controlar el uso indebido de estos sistemas lumínicos.
Los conductores españoles han normalizado el encendido permanente de las luces antiniebla traseras y delanteras incluso en condiciones de visibilidad óptima. Esta práctica incorrecta genera molestias graves a otros usuarios de la vía porque la intensidad lumínica diseñada para niebla espesa resulta excesiva bajo cielo despejado. La Dirección General de Tráfico considera que muchos automovilistas desconocen cuándo está permitido activar estos faros auxiliares o confunden su función con la de las luces de cruce convencionales. El resultado son sanciones económicas que pueden alcanzar cifras importantes para quienes repiten la infracción durante la temporada invernal.
CUÁNDO ESTÁ PROHIBIDO USAR LAS LUCES ANTINIEBLA SEGÚN TRÁFICO
Las autoridades de tráfico establecen que las luces antiniebla delanteras solo pueden activarse cuando la niebla reduce la visibilidad por debajo de 100 metros o durante nevadas intensas. La normativa vigente permite su uso adicional en tramos con curvas muy pronunciadas y peligrosas donde la señalización advierte expresamente de riesgos elevados. Sin embargo, la mayoría de conductores las encienden bajo lluvia ligera o simplemente porque perciben poca luz ambiental al atardecer sin que exista justificación legal para ello.
Las luces antiniebla traseras presentan restricciones aún más severas según el reglamento que aplica la DGT este invierno. Su activación únicamente resulta legal cuando la niebla impide ver a más de 50 metros de distancia o en situaciones de nevada extrema con visibilidad prácticamente nula. El problema radica en que estos faros rojos traseros tienen una potencia lumínica muy superior a las luces de posición normales y generan deslumbramiento directo en los retrovisores del vehículo que circula delante. Muchos accidentes menores por alcance se relacionan con conductores que pierden temporalmente la visión por este motivo.
LAS MULTAS AUTOMATIZADAS YA FUNCIONAN EN AUTOPISTAS Y AUTOVÍAS
El sistema de control implementado por Tráfico durante esta temporada fría utiliza cámaras de vigilancia instaladas en pórticos de autopistas y autovías principales. Estos dispositivos identifican automáticamente vehículos con luces antiniebla encendidas y cruzan los datos con estaciones meteorológicas cercanas para verificar si las condiciones atmosféricas justifican su uso. Cuando no existe niebla ni nevada registrada oficialmente, el sistema genera una notificación de sanción que llega al domicilio del titular sin intervención humana previa ni posibilidad de advertencia por parte de agentes de la Guardia Civil.
La normativa permite sanciones de 200 euros por uso incorrecto de luces antiniebla aunque esta cantidad puede triplicarse si el conductor reincide en la infracción durante el mismo invierno. Eugenio Gil explica que el importe acumulado puede superar los 600 euros fácilmente porque muchos automovilistas mantienen estos faros activados durante trayectos completos de varios días sin percatarse del error. La DGT no contempla periodos de gracia ni campañas informativas previas porque considera que la normativa sobre iluminación vehicular lleva décadas vigente y forma parte del contenido obligatorio del examen teórico de conducir.
POR QUÉ TANTOS CONDUCTORES COMETEN ESTE ERROR SIN SABERLO
La confusión generalizada sobre el uso correcto de las luces antiniebla tiene su origen en la similitud visual entre diferentes mandos del cuadro de instrumentos. Muchos vehículos modernos incorporan símbolos parecidos para las luces de cruce automáticas y los faros antiniebla lo que provoca activaciones involuntarias especialmente en coches de alquiler o vehículos recién adquiridos. Los conductores de mayor edad que aprendieron a conducir con sistemas más sencillos encuentran dificultades adicionales para interpretar correctamente los pictogramas actuales según reconoce el propio organismo de tráfico.
Otro factor determinante resulta ser la percepción subjetiva de las condiciones meteorológicas adversas por parte de cada conductor. Lo que una persona considera niebla ligera puede ser simplemente humedad ambiental o calima sin repercusión real sobre la visibilidad en carretera. La Dirección General de Tráfico insiste en que el criterio válido es la distancia a la que se perciben objetos claramente y no la sensación personal de incomodidad visual que pueda experimentar el automovilista al volante. Esta discrepancia entre la norma objetiva y la interpretación individual explica gran parte de las sanciones emitidas durante las últimas semanas.
CÓMO EVITAR LA MULTA Y USAR CORRECTAMENTE ESTOS FAROS
Los expertos en seguridad vial recomiendan verificar siempre las condiciones meteorológicas reales antes de activar cualquier luz auxiliar del vehículo. Si puedes distinguir con claridad las marcas viales del carril y leer las señales de tráfico a distancia normal entonces no existe justificación legal para encender las luces antiniebla según la normativa que aplica Tráfico este invierno. La regla práctica consiste en comprobar si otros conductores llevan también estos faros activados porque su uso generalizado suele indicar condiciones atmosféricas suficientemente adversas.
La DGT aconseja familiarizarse con los mandos específicos del vehículo propio antes de circular por primera vez en condiciones invernales. Los símbolos de luces antiniebla delanteras muestran un faro con líneas diagonales mientras que las traseras incluyen un reflector rojo también con líneas pero orientadas en sentido contrario. Conviene practicar su encendido y apagado en un lugar seguro para evitar confusiones posteriores en plena conducción. Además resulta fundamental recordar que las luces antiniebla deben desactivarse inmediatamente cuando mejoran las condiciones de visibilidad aunque algunos sistemas automáticos modernos realizan esta función sin intervención del conductor.
EL ENDURECIMIENTO RESPONDE A DATOS DE SINIESTRALIDAD PREOCUPANTES
La autoridad justifica la vigilancia intensificada sobre el uso de luces antiniebla mediante estadísticas de accidentalidad relacionadas con deslumbramientos evitables. Durante el invierno anterior se registraron más de 3.000 colisiones menores atribuidas directamente a DGT que perdieron visibilidad temporal por culpa de faros traseros excesivamente potentes del vehículo precedente. Aunque estos siniestros rara vez provocan víctimas mortales sí generan costes materiales importantes y atascos prolongados en vías de alta capacidad especialmente durante las horas punta de entrada y salida de grandes ciudades.
El organismo de tráfico mantiene que la tecnología de detección automatizada representa la única forma eficaz de controlar esta infracción masiva. Los agentes de la Guardia Civil no pueden verificar personalmente las condiciones meteorológicas exactas en cada tramo donde observan vehículos con antiniebla encendida lo que dificultaba enormemente la aplicación práctica de la normativa hasta ahora. El sistema actual elimina esta limitación mediante sensores atmosféricos distribuidos estratégicamente que registran visibilidad, temperatura y precipitación en tiempo real. Gil asegura que los conductores que utilicen correctamente estos faros auxiliares no recibirán ninguna sanción injusta porque la tecnología solo actúa cuando existe certeza absoluta de uso indebido.