La gripe que se avecina no es una más en el calendario de cada invierno. Llega con una advertencia sin precedentes de la mano del doctor Javier Cortés, un reputado neumólogo que nos alerta sin rodeos, y es que la gripe de este invierno será un 340% peor que la pasada. Su mensaje es una llamada a la acción ante una amenaza que ya ha mostrado su peor cara a miles de kilómetros y que se acerca de forma silenciosa.
Esta inquietud tiene una base muy sólida que mira directamente a Asia. Allí, el país nipón activó todas sus alarmas sanitarias hace semanas, porque Japón ya declaró la epidemia hace dos meses y aquí ni hemos empezado la vacunación. La experiencia del Dr. Cortés, con 54 años y una carrera dedicada a las enfermedades respiratorias, nos obliga a preguntarnos si de verdad estamos preparados para lo que viene este año con el virus de la influenza.
EL ESPEJO JAPONÉS: LA ADVERTENCIA QUE NADIE QUIERE ESCUCHAR
Los datos que llegan desde el país asiático son para tenerlos muy en cuenta de cara a los próximos meses. Más de seis mil casos confirmados antes de la llegada de su pico habitual es una cifra realmente alarmante, ya que este adelanto inusual sugiere una cepa de alta transmisibilidad que podría replicarse con facilidad en nuestro entorno. Este escenario de contagio masivo nos sitúa en un punto de partida muy delicado.
No se trata de generar un pánico innecesario, sino de pura y dura epidemiología. El propio Dr. Javier Cortés insiste en que ignorar esta primera señal sería un error de cálculo con graves consecuencias, pues el patrón japonés es un predictor fiable de lo que ocurrirá en Europa en las próximas semanas. Estamos sobre aviso, y la anticipación es la mejor herramienta que tenemos para combatir esta epidemia estacional.
¿POR QUÉ ESTE AÑO LA AMENAZA ES REALMENTE DISTINTA?

La afirmación de que “la gripe de este invierno será un 340% peor” no es una cifra elegida al azar. Responde a modelos predictivos que analizan la evolución del virus y la inmunidad de la población, ya que una menor exposición en años anteriores nos ha vuelto más vulnerables como sociedad a la cepa actual. Hemos bajado la guardia y las consecuencias de esta enfermedad estacional podrían ser directas.
A esto se suma la memoria inmunológica colectiva, que parece haberse debilitado. El Dr. Cortés lo explica de forma muy gráfica al señalar que el sistema inmunitario de muchas personas no está entrenado, y es que vivimos una especie de amnesia frente a los síntomas gripales agresivos. Por ello, la advertencia del neumólogo resuena con más fuerza si cabe, planteando un reto sanitario inminente y muy serio.
EL FALSO ESPEJISMO DE UN INVIERNO PASADO BENIGNO

Si miramos atrás, la campaña 2024-2025 puede parecer un espejismo de normalidad. Los datos del sistema SiVIRA arrojaron 1,71 millones de casos en nuestro país, una cifra que, aunque elevada, no desbordó el sistema, porque el pico tardío en febrero generó una falsa sensación de control. Esta calma aparente es precisamente el mayor riesgo al que nos enfrentamos ahora mismo frente al proceso vírico.
Esa percepción de que «no fue para tanto» es lo que más preocupa a expertos como Javier Cortés. La complacencia es el peor enemigo ante un virus que muta y se fortalece, pues las 33.600 hospitalizaciones del año pasado podrían multiplicarse exponencialmente. Su aviso de que la gripe será un 340% peor se fundamenta en que partimos de una confianza que no se corresponde con la realidad virológica.
LA VACUNA: NUESTRO ESCUDO FRENTE AL CAOS SANITARIO

La campaña de vacunación de este año es más crucial que nunca. Los científicos han trabajado a contrarreloj para adaptar las dosis a las cepas que ya circulan con virulencia en otras partes del mundo, dado que la vacuna actualizada es la herramienta más eficaz para evitar complicaciones graves. Es la barrera que podemos levantar para protegernos a nosotros mismos y a quienes nos rodean de este proceso gripal.
La reticencia o el retraso en la inmunización son lujos que no podemos permitirnos. El Dr. Cortés subraya que la situación es crítica, sobre todo cuando “Japón ya declaró la epidemia hace dos meses y aquí ni hemos empezado la vacunación”, ya que cada día que pasa sin protección aumenta el riesgo de un colapso en la atención primaria y en los hospitales. La vacunación contra la gripe es un acto de responsabilidad individual y colectiva.
PROTEGERSE ES MÁS QUE UN GESTO: LA RESPONSABILIDAD COMIENZA EN CASA

Además de la vacuna, las medidas de higiene que tanto interiorizamos hace unos años vuelven a ser fundamentales. Un gesto tan sencillo como el lavado frecuente de manos o el uso de mascarilla en aglomeraciones, pues estas costumbres son un complemento vital para frenar la cadena de contagios, puede marcar una diferencia abismal. La lucha contra esta infección respiratoria aguda empieza en cada hogar.
La advertencia final del Dr. Javier Cortés es un eco que no debemos ignorar. La previsión de una gripe un 340% más agresiva no es una condena, sino una última oportunidad para prepararnos y actuar con sensatez, porque la forma en que afrontemos las próximas semanas definirá el impacto real de este virus en nuestra sociedad. La anticipación y la conciencia son, ahora mismo, nuestra mejor defensa.







