Dormir con el móvil al lado de la cama es la mayor imprudencia de 2025: Miriam Crespo (42), forense digital, sentencia que «Así los ladrones ya saben hasta cuándo te mueves y si dormiste solo anoche»

Mediante señales wifi y Bluetooth, el dispositivo puede detectar la presencia de otros teléfonos en la habitación, revelando si duermes solo o acompañado. Los metadatos, como la hora a la que usas la pantalla por última vez, ofrecen a los delincuentes información precisa sobre tus horarios de sueño y vulnerabilidad.

Tener el móvil en la mesilla de noche se ha convertido en un gesto tan automático como respirar, el último vistazo al mundo antes de apagar la luz y el primero al despertar. Pero, ¿y si te dijera que ese compañero inseparable es en realidad un chivato silencioso? La forense digital Miriam Crespo (42) lo tiene claro, y su sentencia es demoledora, ya que dormir con el móvil al lado de la cama es la mayor imprudencia de 2025 y una invitación a que los malos sepan más de ti que tu propia almohada.

Piénsalo un segundo, ¿qué hace tu teléfono mientras duermes? No, no descansa. Sigue trabajando, escuchando y, sobre todo, sintiendo. Miriam Crespo advierte que esta vigilancia pasiva es un tesoro para quien busca vulnerabilidades, porque los ladrones ya saben hasta cuándo te mueves y si dormiste solo anoche gracias a la información que tu smartphone recopila sin que te enteres. ¿Sigues pensando que es solo un despertador? Sigue leyendo, que esto te interesa y mucho.

EL ESPÍA QUE VIVE EN TU MESILLA DE NOCHE

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Puede que no lo sepas, pero tu dispositivo está repleto de sensores increíblemente sensibles que detectan cualquier cambio. La forense digital Miriam Crespo señala que el acelerómetro y el giroscopio, diseñados para girar la pantalla o contar tus pasos, son los principales delatores, puesto que estos componentes registran cada vez que te das la vuelta en la cama o te levantas a por agua, creando un mapa detallado de tu descanso.

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Esta acumulación de datos nocturnos dibuja patrones con una precisión asombrosa que revela mucho más que tu calidad de sueño. Lo que para ti es una noche de insomnio, para un ciberdelincuente es información valiosísima, ya que un análisis de estos movimientos puede determinar tus horas de sueño profundo y vulnerabilidad, una información que, según Crespo, vale su peso en oro. Usar el móvil de esta forma es un riesgo.

¿SOLO O ACOMPAÑADO? TU TELÉFONO LO SABE TODO

La intimidad de tu dormitorio ya no es tan privada como creías. Tu móvil tiene maneras muy sutiles de averiguar si hay alguien más contigo en la habitación. Fuente: Freepik
La intimidad de tu dormitorio ya no es tan privada como creías. Tu móvil tiene maneras muy sutiles de averiguar si hay alguien más contigo en la habitación. Fuente: Freepik

¿Has pensado alguna vez en las señales que emite tu terminal sin que tú hagas nada? Tu smartphone busca constantemente redes wifi y otros dispositivos Bluetooth cercanos para conectarse. Miriam Crespo lo explica de forma muy gráfica, pues si hay otro teléfono en la habitación, tu aparato lo detectará y registrará su presencia, dejando una huella digital de que no pasaste la noche en soledad.

Y si eso te parece inquietante, espera a conocer el papel del micrófono. Aunque no esté grabando una conversación, puede activarse para analizar el entorno acústico y optimizar funciones. Es una puerta trasera muy peligrosa, porque algoritmos avanzados podrían analizar los patrones de respiración o los ronquidos para identificar a más de una persona, una capacidad de espionaje que, como dice Crespo, pone los pelos de punta. Dejar el móvil cerca es un error.

LOS METADATOS: TU DIARIO PERSONAL ESCRITO SIN TINTA

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Cuando dejas de usar el teléfono por la noche, este anota la hora exacta, y cuando lo coges por la mañana, también. Miriam Crespo insiste en que estos registros son cruciales, ya que la hora a la que se apaga y enciende la pantalla revela tu patrón de sueño con una fiabilidad milimétrica, convirtiéndose en un diario de tus hábitos más íntimos sin que escribas una sola palabra. Un móvil es un confidente muy peligroso.

Para un ladrón, conocer estos hábitos es como tener el plano de tu vida. Sabrá a qué hora te acuestas, cuándo te levantas y, cruzando esa información con otros datos, podrá predecir tus rutinas con una facilidad pasmosa. Como sentencia la forense digital, los delincuentes pueden usar estos metadatos para saber cuándo la casa está vacía o sus habitantes más indefensos, y todo por la manía de tener el móvil a mano.

«LA MAYOR IMPRUDENCIA DE 2025», SEGÚN LOS EXPERTOS

La advertencia de Miriam Crespo no es una exageración futurista, sino la crónica de un riesgo presente que no deja de crecer con cada nuevo avance de nuestro inseparable móvil. Fuente: Freepik
La advertencia de Miriam Crespo no es una exageración futurista, sino la crónica de un riesgo presente que no deja de crecer con cada nuevo avance de nuestro inseparable móvil. Fuente: Freepik

La tecnología avanza a una velocidad de vértigo, y las herramientas para interpretar esta montaña de datos son cada vez más accesibles. La contundente afirmación de la forense digital se basa en una realidad innegable, y es que la capacidad de procesar esta información para fines maliciosos se está democratizando entre los ciberdelincuentes, lo que multiplicará los riesgos en un futuro muy cercano. Tu móvil puede ser tu peor enemigo.

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El peligro no se limita a un posible robo en tu hogar, va mucho más allá y afecta a tu esfera más personal. La información sobre con quién duermes o cómo son tus noches puede ser utilizada para fines mucho más oscuros. Miriam Crespo lo deja claro, pues estos datos tan íntimos son un arma muy poderosa para la extorsión, el acoso o la ingeniería social, y la estamos regalando sin pensar en las consecuencias. Por eso el móvil es una amenaza.

¿ESTAMOS VENDIDOS? CÓMO PROTEGER TU INTIMIDAD NOCTURNA

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La primera línea de defensa es tan simple que parece obvia, pero muy poca gente la aplica de forma consciente por la noche. La recomendación final de Miriam Crespo es clara y directa, ya que activar el modo avión y desactivar el wifi y el Bluetooth corta la mayoría de estas comunicaciones silenciosas, aunque la solución más efectiva es la más radical: dejar el móvil cargando lejos del dormitorio.

Al final, todo se reduce a una elección personal entre comodidad y seguridad, un dilema cada vez más presente en nuestra sociedad hiperconectada. Ese pequeño aparato electrónico nos lo da todo, pero también puede quitárnoslo sin que nos demos cuenta. La pregunta ya no es si nuestro móvil puede espiarnos mientras dormimos, sino qué estamos dispuestos a sacrificar por mantenerlo cerca hasta en sueños.

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