La Unión de Militares de Tropa (UMT) ha denunciado públicamente el «trato indigno y discriminatorio que siguen sufriendo los hombres y mujeres de tropa y marinería», dicen en un comunicado, tras conocerse la respuesta oficial del Mando de Personal del Ejército de Tierra a la solicitud de información sobre este caso, en concreto la participación de la Brigada “Guadarrama XII” en diversos actos protocolarios celebrados en los municipios abulenses de Tiñosillos y Sanchidrián.
En su contestación, el Ejército de Tierra admite expresamente que la acción de cooperación “no estaba incluida en la planificación anual de colaboraciones civiles”, pero aun así se ordenó su realización, argumentando que se incorporó “con tiempo suficiente para llevarla a cabo con garantías”.
Para la UMT, este hecho resulta «inaceptable, al tratarse de una actuación fuera de planificación, sin justificación operativa y sin previsión de retribución o compensación para el personal afectado».
“Esto no es cooperación institucional, es una falta de respeto y una vulneración del principio básico de justicia laboral”, denuncia Francisco José Durán Baños, presidente de la UMT.
“Los soldados no somos figurantes ni personal de protocolo gratuito. Somos servidores públicos al servicio de España, con derechos y familias que también merecen respeto”, continúan exponiendo desde la UMT.
La UMT denuncia que el personal militar participante no percibió gratificación extraordinaria alguna, a pesar de haber sido movilizado en jornada no laboral y en fin de semana, algo que el propio Reglamento de Retribuciones del Personal de las Fuerzas Armadas contempla como susceptible de compensación.
La UMT denuncia que el personal militar participante no percibió gratificación extraordinaria alguna, a pesar de haber sido movilizado en jornada no laboral y en fin de semana, algo que el propio Reglamento de Retribuciones del Personal de las Fuerzas Armadas contempla como susceptible de compensación.
Según el documento remitido por el Ejército de Tierra, estas acciones “no deben generar gasto” y los costes de transporte y manutención deben ser asumidos por los ayuntamientos organizadores, sin constar a esta asociación que este aspecto fuera así. Sin embargo, solo se abonó el 50% de la dieta de manutención, una práctica que la UMT tilda de arbitraria y contraria al marco legal vigente, al no existir base normativa que justifique un abono parcial de dietas ni una exclusión total de gratificaciones», añaden.
“Se está normalizando la explotación del personal militar bajo el pretexto del servicio, mientras se recortan sus derechos más elementales”, lamenta la UMT. “No se puede exigir disponibilidad total sin ofrecer, al menos, un trato justo y transparente”, resumen.
IMPROVISACIÓN DE LOS MILITARES
La asociación alerta de la improvisación con la que se convocan este tipo de actos, que alteran la planificación personal y familiar de los militares sin previo aviso. 2La falta de comunicación anticipada, la inexistencia de compensaciones y la ausencia de un procedimiento claro vulneran el derecho al descanso, a la conciliación y al trato digno, principios que deberían ser una prioridad para el Ministerio de Defensa«, dicen.
La UMT subraya que, pese a los compromisos públicos del Ministerio, la realidad demuestra que el personal de tropa y marinería «sigue siendo el eslabón más débil del sistema, el primero en ser llamado y el último en ser reconocido».
“Se nos exige disciplina y entrega, pero se nos niega transparencia, compensación y previsibilidad. Así no se construyen Fuerzas Armadas modernas ni justas”, añade Durán Baños.
EXIGENCIA DE MEDIDAS
Ante esta situación, la Unión de Militares de Tropa ha remitido un nuevo escrito oficial solicitando:
1. Que se identifique la autoridad que autorizó la participación en estos actos no planificados.
2. Que se aclare la base legal del abono parcial de dietas y la ausencia de gratificaciones extraordinarias.
3. Que el Ministerio revise el actual sistema de compensaciones, para evitar que ningún militar trabaje fuera de su horario sin retribución o descanso compensatorio.
La UMT advierte que este tipo de prácticas «socavan la moral del personal, deterioran la imagen institucional de las Fuerzas Armadas y contradicen los principios de equidad y dignidad profesional que deben regir en unas Fuerzas Armadas modernas de España».





