Es común asociar el ayuno como un método de pérdida de peso efectivo; sin embargo, no solo sirve para este fin, sino que su verdadera función es darle un descanso a tu organismo, es como un reinicio general y la ciencia lo confirma. Según el Dr. Miguel Rojas, un endocrinólogo valenciano que comparte desde sus redes los mejores consejos de salud y bienestar. Por su parte, el Dr. estadounidense Andrew Huberman, conocido por ser un experto en el tema y ofrecer protocolos seguros para hacerlo de forma correcta.
Tanto del Dr. Rojas y el Dr. Huberman, aseguran que solo basta con suspender la ingesta de alimentos durante 3 a 10 horas para sentir los cambios. Según los expertos, tanto el estado físico, mental y emocional, se ven mejorados de forma positiva. La clave se encuentra en saber hacerlo y conocer tus limitaciones, esto se debe a que el ayuno es una práctica que debe hacerse de forma gradual y no pasar 72 horas de golpe sin comer.
3NIVELES DE AYUNO SEGÚN TU EXPERIENCIA
Muchas personas pueden experimentar efectos secundarios como mareos, dolores de cabeza y mucha sensibilidad emocional. El Dr. Huberman explica en uno de sus podcasts «Ayuno con Dopamina», que el error está en no saber elegir el tiempo de duración, un factor clave que te separa entre una buena rutina y esas dietas modernas que restringen muchos alimentos necesarios para la salud. Sin embargo, la idea es saber escuchar tu cuerpo, si eres principiante, esta breve guía te servirá:
- Principiantes: 12-14 horas (terminar de comer a las 19:00, romper el ayuno a las 7:00-9:00)
- Intermedio: 16 horas tras 2-4 semanas de adaptación
- Avanzado: 24-72 horas ocasionalmente con supervisión médica
Pero no siempre es mejor, pero la constancia sí. En el caso de que el hambre te ataque, simplemente mantén la calma, usualmente esta sensación pasa en 20 – 30 minutos. En su lugar puedes beber agua, infusiones de hierbas o café sin azúcar. Una de las recomendaciones del Dr. Huberman, es mantener la mente distraída con tareas rápidas o ejercicio ligero, si te excedes con la actividad física el apetito se abre excesivamente; en su lugar opta por caminatas de baja intensidad, que son saludables y estimulan la quema de grasa.







