Tras los aumentos de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP), también conocida como la gripe aviar en Europa, España aprueba el cierre de granjas de aves al aire libre y prohibición de la venta de esta especie animal. El riesgo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en 2023 sobre la posibilidad de que este virus se adaptara al entorno para infectar a los humanos, ya es una realidad. Resulta que ya existen casos registrados en humanos, y la similitud de los síntomas en la fase inicial del contagio es lo que más atormenta a las autoridades sanitarias.
Y es que muchas personas dicen que no es para tanto, pero cuando se revisan los datos compartidos por el Sistema de Información de Enfermedades Animales (ADIS), entre el 1 de julio y el 5 de noviembre, reportó tan solo 880 focos de infección entre aves cautivas, de corral y silvestres. Por lo que el sacrificio de cerca de 900.000 aves de consumo fue una de las medidas más duras durante el año 2025, según informes recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
3EL TEMOR DE LA OMS SE MATERIALIZÓ: LA GRIPE AVIAR SE ADAPTÓ
La gripe aviar es un cuadro infeccioso que está causado por distintos subtipos del virus de la influenza tipo A. Esta enfermedad afecta principalmente a las aves silvestres o domésticas. Sin embargo, la mayoría de los casos del virus que circula entre aves, cepas como H5N1 o el H5N6, tienen la capacidad de transmitirse a los humanos. Por lo que la alarma sanitaria no solo se ha encendido en Europa tras el aumento de casos, sino que en todo el mundo se está viviendo este fenómeno.
Los casos documentados de gripe aviar en humanos, afirman que el virus puede transmitirse por el contacto directo con aves infectadas o con superficies, agua, heces o alimentos contaminados con el virus. Las autoridades sanitarias españolas han explicado que en el caso de las granjas y mercado avícolas, la transmisión se ve favorecida por el ambiente. Factores como el hacinamiento y las medidas de bioseguridad inadecuadas; a pesar de que el riesgo en humanos es bajo, no significa que no exista. Por ello, el inspector sanitario insiste en reforzar las medidas preventivas en el sector industrial y en el ámbito doméstico.






