Dr. Carlos Jaramillo (56), experto en nutrición, te ayuda a terminar con la halitosis o mal aliento

La halitosis es un problema que aunque no lo parezca puede ser muy común en la mayoría de personas, y para resolverlo muchas veces no basta solo con un buen cepillado, sino que es necesario algo mucho más profundo.

La halitosis no distingue edades ni estilos de vida, y es uno de esos temas que todos prefieren evitar, pero que afecta silenciosamente a millones de personas en el mundo. Más allá de ser una simple molestia, el mal aliento puede tener un impacto profundo en la autoestima y las relaciones sociales. Sin embargo, pocos saben que su origen suele estar lejos de los dientes, y que cepillarse más o usar enjuagues con olor a menta no siempre es la solución definitiva.

El doctor Carlos Jaramillo, reconocido experto en nutrición, aborda este tema sin tapujos en un vídeo titulado “El mal aliento no se cura cepillándose. ¡Cúralo ya!”, donde explica las verdaderas causas de la halitosis y cómo ponerle fin. Su mensaje es que para eliminarla, hay que entenderla desde dentro. La halitosis no solo nace en la boca, sino también en el sistema digestivo, en los hábitos diarios y hasta en la forma en que se cuida la lengua.

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La halitosis y la conexión con el cuerpo

“A veces el problema viene de adentro”. Fuente: Freepik

El doctor Jaramillo destaca que la halitosis no siempre es un problema bucal. En ocasiones, tiene relación con el sistema digestivo, la alimentación o incluso el estado del hígado. Cuando la digestión es deficiente o hay un exceso de toxinas en el cuerpo, el aliento puede reflejarlo. Por eso, mejorar la dieta y cuidar el equilibrio intestinal no solo ayuda al bienestar general, sino que también influye directamente en el olor de la respiración.

Desde su experiencia en nutrición, Jaramillo recomienda evitar los alimentos ultraprocesados y apostar por frutas, verduras y suficiente agua. Estos cambios no solo reducen la halitosis, sino que ayudan a mantener un microbioma más saludable. En definitiva, la boca es solo la punta del iceberg, pues lo que ocurre dentro del cuerpo también habla a través del aliento.

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