‘La Promesa’ ha logrado cautivar a miles de espectadores con su elegancia, su aire de época y la intensidad emocional que desprende en cada capítulo. Su ambientación impecable, el cuidado en los detalles y la profundidad de sus personajes la han convertido en una de las producciones más queridas de la televisión española reciente. Pero detrás de ese éxito hay un espejo, una serie que hace algunos años logró conquistar al público con una propuesta muy similar y que, al igual que ‘La Promesa’, convirtió el drama costumbrista y las pasiones ocultas en el centro de su relato: ‘Acacias 38’.
Durante más de 1.400 episodios, ‘Acacias 38’ se ganó un lugar especial en la memoria de los televidentes. Y es que su mezcla de amor, poder, lealtad y traición guarda una conexión evidente con el universo de ‘La Promesa’. Ambas series comparten una visión del pasado donde las emociones se desbordan entre salones lujosos y pasillos de servicio, donde cada gesto y cada palabra parecen esconder un secreto.
3El legado de un género que no pasa de moda
‘La Promesa’ ha logrado lo que pocas series consiguen, y es mantener viva la tradición del drama histórico español mientras renueva sus códigos. Su éxito demuestra que el público sigue buscando ese tipo de historias que mezclan emoción, belleza y nostalgia. Y en ese camino, ‘Acacias 38’ fue una precursora, una serie que demostró que el melodrama de época podía seguir teniendo vigencia en la televisión moderna.
Al final, tanto ‘La Promesa’ como ‘Acacias 38’ nos recuerdan qué estas historias siguen funcionando porque hablan de sentimientos universales, de amores que desafían las normas y de personajes que, pese a vivir en otro tiempo, reflejan pasiones muy actuales. Son el reflejo de un mismo espíritu narrativo, una fórmula que sigue emocionando y que confirma que el género de época, cuando se hace con alma, nunca pasa de moda.






