La melatonina, conocida como la “hormona del sueño”, se ha convertido en uno de los suplementos más populares entre quienes buscan descansar mejor. En España, donde más de uno de cada cinco adultos confiesa tener dificultades para conciliar el sueño, su uso se ha disparado en los últimos años. Muchos la perciben como una alternativa natural y segura frente a los fármacos para dormir, pero un nuevo estudio ha encendido las alarmas sobre sus posibles efectos a largo plazo.
El reciente hallazgo, presentado en las Sesiones Científicas 2025 de la Asociación Americana del Corazón (AHA) en Nueva Orleans, sugiere que el consumo continuado de melatonina podría estar relacionado con un mayor riesgo de sufrir fallo cardíaco. Según los investigadores, este descubrimiento invita a replantearse la idea de que lo “natural” es siempre inofensivo, especialmente cuando se trata de sustancias que interactúan con funciones tan delicadas como el ritmo cardíaco y el descanso.
3Cuestionar el uso prolongado y buscar las causas del insomnio
Los autores del estudio recuerdan que los suplementos de melatonina no están avalados por las autoridades sanitarias para tratar el insomnio crónico. De hecho, sostienen que este tipo de problemas del sueño podría ser una señal de afecciones subyacentes, entre ellas enfermedades cardiovasculares. Por eso, recomiendan que los pacientes sean evaluados de manera integral antes de iniciar tratamientos prolongados con melatonina.
Las personas con insomnio grave, ansiedad o depresión tienden a consumir más melatonina, y esas mismas condiciones también se asocian con un mayor riesgo cardíaco. Aun así, los investigadores coinciden en que los resultados de este trabajo son un llamado de atención. La melatonina, lejos de ser un simple suplemento de moda, debería utilizarse con prudencia y siempre con orientación médica, porque el sueño reparador no debe costar la salud del corazón.






