En una entrevista reciente, el endocrinólogo Dr. Carlos Gómez, ha hecho una advertencia sobre la diabetes que ha dejado a todos en redes sociales. Resulta que la luz del móvil y el tiempo en pantalla influyen negativamente en la salud general. Además, el exceso de esta exposición por las noches, es un factor que eleva los niveles de cortisol en sangre, la hormona responsable del estrés y de todos esos antojos por el dulce fuera de las comidas.
Esta revelación nos invita a reflexionar sobre cómo estamos manejando nuestro estilo de vida. Y es que con la rutina tan agitada que algunas personas pueden tener, el desafío puede hacerse más cuesta arriba. Sin embargo, existen métodos para evitar que la diabetes aparezca a largo plazo, y todo radica en el cambio de hábitos, pero la advertencia del uso del móvil, es una realidad que no debe ignorarse, porque ya es una muestra de cómo la tecnología puede volverse en nuestra contra tras su uso inadecuado.
EL USO PROLONGADO DEL MÓVIL PROMUEVE LA DIABETES
Cuando se habla de diabetes, es muy común que las personas lo asocien con la eliminación total del azúcar en la dieta. No obstante, este no es el único responsable de que toda esa glucosa se encuentre dispersa en sangre. Con esto me refiero a que existen otros aspectos que debes cuidar para proteger mejor tu salud y evitar la aparición de enfermedades crónicas a corto o largo plazo. El uso prolongado de las pantallas y la exposición a la luz que estos dispositivos emiten, engañan a tu cerebro haciéndole creer a tu cerebro que de día, bloqueando la producción de melatonina.
Mientras tanto, esa luz activa la producción de cortisol, ya que tu cerebro se mantiene alerta ante información constante y acelerada que vas consumiendo en el móvil. Esto provoca que confundas la sed con el hambre, los antojos por lo dulce se convierten en una pesadilla, sin contar el descontrol en el patrón del sueño por «ver otro vídeo más» y sin darte cuenta, ya es de madrugada y solo te quedan tres horas para dormir.
CAMBIAR LOS HÁBITOS ES CLAVE PARA EVITAR LA DIABETES
La diabetes es una enfermedad crónica donde la producción de insulina se dispara o se congela. En ambos casos, es necesario cuidar de los hábitos para evitar padecer de glucosa elevada. La primera recomendación es mantener una hidratación adecuada, esto permite el funcionamiento correcto de tu organismo. Por su parte, la alimentación es clave para aportar los nutrientes necesarios a tu sistema.
Mientras que el ejercicio también juega un papel importante cuando de trata de reducir la azúcar elevada. Resulta que los ejercicios de fuerza son ideales para mejorar la diabetes, pero ¿cómo?, pues muy sencillo. Al realizar ejercicios de fuerza, el cuerpo necesita de azúcar para poder transformarla en energía, por lo que entre más ejercicios de fuerza menos azúcar en sangre tendrás.
LA DIABETES ES HEREDITARIA, PERO TAMBIÉN ES ADQUIRIDA
A pesar de que existen varios tipos de diabetes por diferentes factores de salud, la más comunes son la diabetes tipo 1 no se hereda como otras enfermedades monogénicas, se manifiesta en la edad temprana y es autoinmune. Y está la diabetes tipo 2 que puede estar oculta en tu cadena de ADN como un riesgo latente que se activa rápidamente si llevas un estilo de vida poco saludable. Sin embargo, con una dieta descontrolada y malos hábitos, es posible que el botón de las enfermedades hereditarias aceleren su aparición.
No obstante, es importante aclarar que si en tu familia, tus abuelos, tíos, padres o hermanos, padecen de diabetes tipo 2 o 1, significa que naciste con la predisposición a padecerlas. Por lo que se hace muy importante cuidar la forma en la que llevas tu rutina. Además, no es tan difícil, es cuestión de querer un cambio verdadero para obtener resultados que perduren y beneficien tu bienestar general.
EVITAR LAS HARINAS ES CLAVE PARA NO PADECER DE DIABETES

Si pensabas que para mantener la diabetes a raya, solo necesitas eliminar el azúcar refinado, tienes solo un 60% de la razón. Y esto se debe a que las grasas saturadas y las calorías vacías, también se transforman en azúcares, por lo que no solo se trata de eliminar los postres de la dieta. Por su parte, el consumo en exceso de alimentos como el arroz, pasta y otras harinas, promueve la tendencia de las personas a padecer de diabetes.
Aquí ya no se trata de saber integrar las harinas o no, sino más bien de buscar alternativas saludables que nutran tu organismo de verdad, y no con productos procesados que solo liberan radicales libres por tu cuerpo y esto también genera la oxidación celular, la producción acelerada de cortisol y problemas digestivos. Por ejemplo, puedes sustituir el arroz por la quinoa, que es una de las opciones estrella para integrar a tu menú. Mientras que el calabacín en tiras con una salsa al pesto, te hace sentir que comes pasta pero sin culpas.
ALIMENTOS QUE SIRVEN PARA SUSTITUIR EL AZÚCAR REFINADO

Si bien es cierto que el azúcar refinado es nocivo para la salud, también hay que enfatizar que la glucosa es necesaria en todos los organismos, esto mantiene los niveles de energía estables y aumenta los niveles de dopamina (la hormona de la felicidad). Productos como la estevia, funcionan, pero lo mejor es ir a lo 100% natural. Puedes endulzar tus bebidas con un chorrito de miel o una cucharada de canela, esta especia es muy popular por endulzar las preparaciones sin necesidad de añadir azúcar.
Por su parte, los dátiles son perfectos para los batidos, ya que no solo endulzan, sino que también son un potente regulador hormonal que sirve tanto para hombres como para mujeres. En tal sentido, controlar el consumo de frutas en la noche también es clave. Comer frutas ricas en azúcares de noche, bloque en parte la autofagia. Este es un proceso que se produce normalmente en la noche, mientras duermes.
Aquí el cuerpo entra en estado de descanso y de ayuno. El organismo al no encontrar alimentos que procesar, comienza a reciclar las proteínas dañadas y a eliminar las toxinas. Pero, al encontrarse con altas dosis de azúcar en sangre, el cuerpo más bien busca cómo distribuirlas y la autofagia se ve disminuida. Por tanto, la diabetes es una enfermedad hereditaria, pero con hábitos saludables, se puede prevenir en un 100%.









