María Casas (30), dietista: «El simple hecho de caminar todos los días no solo te ayuda a perder grasa de una forma sencilla, sino que también te protege de enfermar»

Caminar no es un simple ejercicio, es una actividad que le ofrece al cuerpo múltiples beneficios, y aunque muchas personas creen que solo sirve para estar en movimiento o perder peso, también es muy útil para fortalecer el sistema inmune y evitar enfermedades.

Caminar se ha convertido en una de esas recomendaciones que escuchamos casi a diario, pero a menudo sin darle la importancia que realmente merece. En un mundo que asocia la salud con rutinas intensas y entrenamientos sofisticados, la idea de que un gesto tan sencillo pueda transformar el cuerpo y proteger la salud puede sonar demasiado básica. Sin embargo, la dietista María Casas insiste en que justo ahí, en la constancia, en el movimiento cotidiano y en esa capacidad de activar el organismo sin exigirle un esfuerzo extremo, radica la fuerza.

Este enfoque invita a replantear la relación que muchos tenemos con la actividad física. Casas explica que caminar cada día regula hormonas, equilibra el metabolismo y ayuda a liberar tensiones que se acumulan sin que nos demos cuenta. No se trata de pasar horas en un gimnasio ni de lograr un rendimiento atlético, sino de incorporar un movimiento natural que el cuerpo reconoce y agradece. Según la experta el paso ligero y constante puede ser un aliado silencioso para perder grasa, mejorar el ánimo y reforzar las defensas.

2
La actividad que sirve como escudo frente a enfermedades

“Un escudo para las enfermedades”. Fuente: Freepik

Más allá de su impacto en el peso, Casas recuerda que caminar todos los días tiene un efecto directo en la salud a largo plazo. Fortalece el sistema cardiovascular, protege el cerebro y reduce el riesgo de enfermedades metabólicas. La experta insiste en que no es necesario alcanzar ritmos extenuantes para notar la diferencia, pues incluso un paseo moderado, repetido con constancia, favorece la circulación y ayuda a mantener la presión arterial en niveles adecuados.

También destaca que el sistema inmunológico se beneficia enormemente de este movimiento. Al caminar de forma habitual, el cuerpo gestiona mejor el estrés, un factor que debilita las defensas cuando se mantiene elevado durante demasiado tiempo. La conexión entre actividad física moderada y menor riesgo de enfermar está ampliamente documentada, y Casas lo resume en que caminar es una herramienta sencilla que funciona como un escudo silencioso, siempre disponible y al alcance de cualquiera.

Publicidad
Publicidad