Entre tantos consejos que podemos encontrar para mantener reluciente nuestro hogar, la experta en limpieza, Laura Benítez ha traído a la mesa del debate en redes un producto versátil que casi todos los españoles tienen en su cocina: el bicarbonato de sodio. Esta maravilla es un clásico entre las personas que conocen todas sus propiedades. Sin embargo, muy pocos saben que sirve hasta para casi todo, desde la cocina, la salud y hasta la limpieza, el bicarbonato de sodio puede convertirse en tu mejor aliado si sabes cómo usarlo.
Benítez explica que el bicarbonato, al ser una sal cristalina y alcalina, es perfecta para neutralizar ácidos y hasta absorber olores fuertes, por lo que «el bicarbonato es un producto doméstico muy popular a nivel mundial», afirma la experta en limpieza, quien también explica la importancia de no pasar por alto la higienización de los cristales y las alfombras, que pueden convertirse en el ambiente perfecto para virus y bacterias, sino se limpia con regularidad y de la forma correcta.
EL BICARBONATO DE SODIO SIRVE PARA CASI TODO
Entre los usos más comunes del bicarbonato, nos encontramos que en la cocina se utiliza como una levadura en repostería. Esto permite que las mezclas suban, ya que al entrar en contacto con los ácidos, libera dióxido de carbono. En el área de la salud, el bicarbonato es considerado como un potente antiácido que alivia el ardor estomacal porque controla los ácidos gástricos durante la digestión. Además, sirve como exfoliante y blanqueante de la piel si se mezcla con cremas neutras.
Pero, en el mundo de la higiene, el bicarbonato es uno de los productos estrella que no deja de recomendarse de generación en generación. Para limpiar la cocina sirve como desengrasante, destapa desagües y neutralizador de olores. Por su parte, el bicarbonato también se emplea en trucos de lavandería para eliminar manchas en alfombras, como repelente de ácaros y para abrillantar la plata. Sin duda, el bicarbonato es uno de los productos que todos necesitamos en el hogar.
LA IMPORTANCIA DE LIMPIAR TU CASA A FONDO
Si bien es cierto que el bicarbonato es un producto multifuncional, también sirve para las alfombras, que por lo general sirven para vestir tu hogar, aportar calidez y elegancia. También llega el momento de la limpieza y solo se nos ocurre pasar la aspiradora. Y este gesto que parece inofensivo, es un grave error que puede afectar tu salud y la de tu familia a largo plazo. Primero debes saber qué tipo de alfombra tienes para evitar dañar su textura. Por ejemplo, las de lana o algodón son delicadas y van mejor con jabones neutros.
En el caso de alfombras de seda, es necesario probar cualquier producto en una esquina poco visible para verificar que no sea dañino para la tela. Además, para limpiarlas de forma correcta, debes buscar un lugar adecuado como una terraza o patio la idea es que el espacio tenga suficiente ventilación. Si vives en un apartamento, protege el piso con plástico o toallas viejas para evitar que se estropee.
CADA MANCHA ES DIFERENTE: CUÁNDO EL BICARBONATO FUNCIONA
Y como cada mancha es diferente, se eliminan con fórmulas diferentes. Entre los trucos más efectivos para las manchas de vino está actuar rápido, por lo que el tiempo es vital. Cubre la mancha con sal y bicarbonato, luego aplica agua con gas. Después de esto, prepara una mezcla de vinagre con agua y rocía la alfombra y listo, adiós mancha de vino. Para aquellos accidentes con el derrame del café, seca primero el exceso con la ayuda de un papel absorbente.
Se recomienda rociar agua tibia con unas gotas de detergente neutro, seca con un paño limpio. Para el chocolate, raspa con cuidado los restos sólidos y luego limpia con agua jabonosa. Para manchas de aceite, recurre a los polvos como talco para bebé o maicena, ya que absorben mejor la grasa. Completa la limpieza con un poco de lavavajillas diluido. Por su parte, el aspirado es clave, ya que el exceso de polvo contribuye a las alergias estacionales.
EL AMBIENTE PERFECTO PARA VIRUS Y BACTERIAS: LOS CRISTALES
Limpiar los cristales de tu hogar es clave. Esto se debe a que son el lugar favorito de muchos virus, y no hacer un mantenimiento adecuado, podría poner en riesgo tu salud. Además, puedes elegir los productos más adecuados y las mejores herramientas que necesitas para limpiar todos los cristales de tu casa de forma eficaz, con solo consultar en Internet en los catálogos digitales de supermercados como Lidl o Mercadona. Para ello necesitarás las siguientes herramientas:
- Detergente limpia cristales
- Dos paños de limpieza
- Papel absorbente o paños de repaso
- Cubo y mojador
La experta en limpieza recomienda utilizar un limpiador eficaz contra la suciedad que no deje marcas. Preferiblemente en pulverizador o concentrado, con alcohol o sin él. Rocíalo directamente sobre el cristal, pero no tan cerca, desde unos 20 cm de distancia es ideal para que el radio de alcance del producto sea más amplio y deje que actúe unos segundos antes de limpiar.
RECOMENDACIONES PARA UN HOGAR ALEJADO DE LOS VIRUS
En este contexto, la experta en limpieza, Laura Benítez explica que en cualquier caso, debes evitar rociar demasiado producto, porque el exceso de detergente deja residuos y rayas, por lo que resulta más difícil eliminarlos. Del mismo modo, utiliza dos paños, uno húmedo para extender el limpiador y otro seco para retirar el detergente sin dejar halos. Se recomiendan los paños de microfibra, ya que su tejido atrapa la suciedad sin dejar rayas.
Además, absorben más agua; sin embargo, muchos de ellos suelen soltar pelusas, por eso los paños fabricados especialmente para la limpieza de cristales son la mejor opción. Supermercados como Mercadona, Alcampo o Lidl tienen una amplia gama de precios y marcas que puedes explorar. Por su parte, el papel absorbente sustituye al famoso periódico viejo, ya que puede dejar una película de polvo o de tinta que le da un efecto borroso.
Por otro lado, el clásico mojador, que es como una especie de mopa de microfibra con mango, que es ideal para aplicar el agua jabonosa en caso de grandes superficies. Esto, acompañado de un cubo con detergente suave. Incluso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda una fórmula casera que es más eficaz y deja un efecto como si el cristal no existiera. Se trata de mezclar agua con vinagre. El vinagre sirve como antibacteriano y no deja residuos.
