En el mundo de la nutrición el té de hibisco o flor de Jamaica es considerado como una bebida rica en compuestos bioactivos y muy beneficiosa para el control de la pérdida de peso por ser baja en calorías. Sin embargo, la Dra. Sandra Estrada, una nutricionista que comparte sus mejores consejos de salud y bienestar desde redes sociales, ha dado una advertencia clara: «de nada sirve tomarte el té de hibisco para reducir medidas, si lo infusionas mal».
La Dra. Estrada afirma que el proceso de infusión del hibisco debe cumplirse de forma adecuada, porque de lo contrario «solo estarías tomando agua roja con sabor agrio». Asimismo, ha compartido cómo preparar esta maravilla para aprovechar todos sus beneficios. Además, exploraremos a lo largo de este artículo otras recomendaciones para lograr un estilo de vida más saludable.
BENEFICIOS NUTRICIONALES DEL HIBISCO
El hibisco o flor de Jamaica posee múltiples propiedades nutricionales para el organismo, además de ser la más recomendada para el control de la glucosa en sangre. No obstante, es un potente antioxidante que también contiene antocianinas, flavonoides y polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres y el estrés oxidativo acumulado por los malos hábitos y una dieta descontrolada. Además, es ideal para reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas a corto o largo plazo, tales como:
- Ansiedad
- Estrés
- Diabetes
- Hipertensión arterial
- Obesidad
- Problemas digestivos y cardiovasculares
Incluso, estudios recientes presentados por PubMed, afirman que los efectos antimicrobianos del hibisco es ideal para combatir bacterias como la E. coli y los estafilococos, y también es conocida por reducir el hongo Candida. Por su parte, el sistema renal se ve beneficiado porque esta infusión es poderosamente diurética, antiinflamatoria y promueve una digestión más ligera. Sin embargo, para elaborarla correctamente, solo debes hacer clic en «continuar» para explorar el método eficaz y cumplir con tus objetivos de pérdida de peso.
LA FORMA CORRECTA DE INFUSIONAR EL HIBISCO
La Dra. Estrada afirma que «la forma correcta de elaborar el té de hibisco se debe respetar para no oxidar sus propiedades». Con esto se refiere a que algunas personas acostumbran a colocar todo junto en la olla, esperar que hierva por minutos y después retiran del fuego; y esto precisamente, hace que solo bebas agua roja con el sabor del hibisco, pero no con todos sus beneficios. Para prepararla solo debes llevar el agua a ebullición, se retira del fuego, luego se agrega el hibisco y se tapa para que infusione. Por lo general se usan dos cucharadas de flores secas de hibisco por 1 taza de agua.
Por su parte el tiempo de infusión es clave, se recomienda dejar reposar de 5 a 10 minutos para que suelte todos sus compuestos y su sabor intenso se estabilice y no quede tan ácida. Cuela la mezcla para evitar que se amargue. Puedes tomarla caliente y lo que sobre, puedes conservarlo en la nevera para beber durante el día. Además, con un chorro de limón y bastante hielo, es una bebida que te hidrata y al mismo tiempo te pone a quemar grasa. Evita el azúcar refinado, ya que su efecto antiinflamatorio sería en vano, pues estarías agregando un ingrediente que precisamente inflama. En su lugar, se recomienda una cucharadita de miel o canela para darle un toque dulce.
LA MACERACIÓN ES OTRA ALTERNATIVA

Otra forma correcta de preparar esta bebida saludable es mediante la maceración una infusión en frío que consiste en combinar las flores secas del hibisco con agua a temperatura ambiente en un envase de vidrio con tapa hermética y dejar toda la noche en la nevera. Al día siguiente, cuela y sirve con hielo. Esta manera de elaborar el hibisco mantiene los nutrientes fuertes como la vitamina C que se pierde un poco con el calor.
Además, este proceso de maceración permite que el sabor del hibisco sea más suave, no tan amargo y ácido como queda al infusionarse en calor. Con esta preparación puedes regular la presión arterial alta; incluso, sirve para controlar el colesterol y el azúcar en sangre. Sin embargo, es importante matizar, que la integración del hibisco en tu dieta debe ser supervisada por tu médico de cabecera, si te encuentras cumpliendo algún tratamiento vía oral, ya que puede interactuar con ciertos medicamentos.
CADA CUÁNTO PUEDES TOMAR EL HIBISCO
Lo más recomendable es tomar de 1 a 2 tazas al día y después de las comidas para favorecer la digestión o antes de dormir por su increíble efecto relajante, debido a su contenido de magnesio. Sin embargo, si deseas beberlo para el control de peso, te recomiendo consultar con un nutricionista, ya que puede ver a muchas personas aconsejando desde las redes que se puede beber como si fuera agua, y no es así.
El consumo excesivo del hibisco, en especial si se hace muy concentrado, puede tener contraindicaciones en la salud, como presión arterial muy baja, dolores de cabeza y náuseas. No se recomienda en mujeres embarazadas o menores de 12 años, ni pacientes con tratamiento con paracetamol o para el control de la hipertensión arterial. Esta bebida tampoco cuenta como un medicamento, es más bien una medida preventiva para mantener a raya las enfermedades crónicas que te mencioné en el segmento anterior.
CUIDAR LA DIETA ES CLAVE

La nutricionista, Dra. Sandra Estrada, compartió una publicación que invita a la reflexión sobre cómo estás llevando tu estilo de vida, si es saludable o no. Ante esta alerta, es clave reconocer que sin una alimentación balanceada y unos buenos hábitos como: dormir bien, hacer ejercicio, hidratarse adecuadamente, no beber alcohol ni fumar, entre otros; es imposible que el hibisco revierta en un mes todos los años de abuso en el cuerpo. Ante esto, se aconseja evaluar la rutina. Por ejemplo, al levantarte, ¿qué es lo primero qué haces bebes agua o te sirves una taza gigante de café?
Si te fuiste por la segunda, aquí ya estás comenzando con un día atroz y te explico la razón detrás de este «inocente» gesto. Resulta que al dormir, tu cuerpo entra en proceso de autofagia, donde al no recibir ni agua ni comida, comienza a recolectar las proteínas dañadas y a eliminar las toxinas. Ahora bien, cuando te levantas, el cortisol en tu cuerpo se activa para mantenerte alerta, imagínate pasar 6 o 7 horas sin beber agua y lo primero que recibe tu organismo es café, una bebida estimulante que te deshidrata y dispara el cortisol.
¿El resultado?, por más dietas que hagas, el hambre será una sensación constante, porque tú mismo activaste el botón de alerta extrema con la primera taza de café. Entre las comidas vienen los antojos por los dulces, y a mitad de tarde el sueño te tumba porque ya agotaste todas tus reservas de energía y piensas que más tazas de café serían mejor, pero no. Por eso, es importante que evalúes muy bien tu rutina con un nutricionista para saber en qué debes mejorar para llevar un estilo de vida más saludable.








