El Dr. Borja Bandera, nutricionista nos cuenta cómo destruir la grasa visceral abdominal en un mes

La grasa visceral abdominal puede causar muchos problemas en el cuerpo, pues no solo se trata de algo físico, sino que va mucho más allá. En este caso, es importante buscar como reducirla, y el Dr. Borja Bandera nos explica cómo destruirla.

La grasa visceral se ha convertido en uno de los temas que más inquietan cuando se habla de salud metabólica, no solo por su presencia silenciosa dentro del abdomen, sino por todo lo que implica cuando empieza a acumularse sin control. A diferencia de la grasa subcutánea, que suele ser más visible y menos peligrosa, la grasa visceral se esconde entre los órganos y actúa como un enemigo que no da la cara, un tejido que altera hormonas, inflamación y equilibrio interno. En el análisis del Dr. Borja Bandera, esa grasa visceral aparece como un verdadero detonante de problemas que pueden ir desde la resistencia a la insulina hasta el aumento del riesgo cardiovascular.

En su explicación, el doctor insiste en que la grasa visceral no se forma por casualidad, sino por una serie de hábitos muy cotidianos que se acumulan con el paso del tiempo. Habla de azúcares simples que entran al cuerpo casi sin darnos cuenta, de bebidas alcohólicas que se convierten en un problema cuando son parte de la rutina y de carbohidratos refinados que se filtran en cada comida. Para él, comprender cómo se forma la grasa visceral es el primer paso para empezar a combatirla, porque nadie puede cambiar lo que no entiende.

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Estrategias reales para reducir esa grasa en un mes

“El cardio HIIT puede ser el mejor aliado”. Fuente: Freepik
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El doctor no se queda solo en lo teórico, sino que detalla un plan que combina nutrición, ritmo de comidas y ejercicio, y que puede reducir notablemente la grasa visceral en un mes si se sigue con constancia. El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) ocupa un lugar de honor en este enfoque, porque moviliza energía de una forma que impacta directamente en la grasa visceral. No hace falta hacerlo todos los días, explica, solo ser consistente y trabajar con un ritmo que el cuerpo pueda sostener.

Para quienes necesitan un apoyo adicional, menciona opciones como la berberina o los análogos de GLP1, aunque recalca que deben usarse solo cuando están bien indicados. Su mensaje final es que la grasa visceral no pertenece a un destino inevitable, pues con cambios que parecen pequeños pero que suman, puede reducirse de forma significativa. Y cuando esa grasa visceral empieza a bajar, la salud en general empieza a transformarse también, porque es un tipo de tejido que influye más de lo que se ve y cambia mucho más rápido de lo que muchos imaginan.

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