El Fiscal General del Estado renuncia por carta antes de que lo cesen

Álvaro García Ortiz, Fiscal General del Estado (FGE) ha presentado este lunes su dimisión al Gobierno por carta después de que el pasado jueves fuera condenado por el Tribunal Supremo a a dos años de inhabilitación para el cargo por una revelación de datos reservados del novio de Isabel Díaz Ayuso, el empresario Alberto González Amador. La renuncia llega a pesar de que el contenido de la sentencia todavía no se conoce.

En una carta remitida a su jefe, el ministro de Justicia Félix Bolaños, García Ortiz ha anunciado que deja el cargo de fiscal general en «profundo respeto a las resoluciones judiciales» tras la sentencia del Supremo y que, en consecuencia, ha llegado «el momento de abandonar el desempeño de tan alta responsabilidad».

Con esta renuncia, García Ortiz allana el camino al Ejecutivo para nombrar este mismo martes a un nuevo Fiscal General sin esperar a que se notifique la sentencia del Alto Tribunal en los próximos días. No obstante, el cese de García Ortiz no será efectivo hasta que no sea publicado por el Boletín Oficial del Estado (BOE).

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FISCALÍA ESPAÑOLA

«La voluntad -siempre presente en mi mandato- de proteger a la Fiscalía española y a sus fiscales determinan mi decisión de que, sin esperar siquiera a conocer la motivación de la sentencia, presente mi renuncia como fiscal general», reza la carta enviada al ministro de Justicia.

Además, García Ortiz matiza que su renuncia «es un acto debido no solo al Ministerio Fiscal, sino a toda la ciudadanía española». «Aunque mi determinación deriva directamente del fallo que me ha sido notificado, en mi haber tengo el convencimiento de haber servido fielmente a la institución a la que me honro en pertenecer, con una inequívoca vocación de servicio público, sentido del deber y lealtad institucional», añade.

El Supremo, que adelantó el fallo el pasado jueves, lo condenó a una pena una multa de 7.200 euros y una inhabilitación especial para el cargo de Fiscal General del Estado por tiempo de dos años. Además, la Sala le impuso como responsabilidad civil resarcir con una indemnización al empresario Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de 10.000 euros por daños morales.

LA CARTA DEL FISCAL GENERAL DEL ESTADO

La carta íntegra que el Fiscal General del Estado ha enviado:

«El pasado 20 de noviembre fui notificado anticipadamente del fallo condenatorio recaído tras el juicio oral celebrado ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (Causa Especial 20557/2024).

Esta decisión judicial, antes que cualquier otra consideración, implica que el más alto tribunal de la jurisdicción ordinaria de nuestro país ha acordado imponerme la pena de inhabilitación especial para el cargo de Fiscal General del Estado, tras valorar como delictivos, a falta de mayor concreción, los hechos objeto de enjuiciamiento.

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El profundo respeto a las resoluciones judiciales y la voluntad siempre presente en mi mandato- de proteger a la Fiscalía española y a sus fiscales determinan mi decisión de que, sin esperar siquiera a conocer la motivación de la sentencia, presente mi renuncia como Fiscal General. Es un acto debido no solo al Ministerio Fiscal, sino a toda la ciudadanía española.

Aunque mi determinación deriva directamente del fallo que me ha sido notificado, en mi haber tengo el convencimiento de haber servido fielmente a la institución a la que me honro en pertenecer, con una inequívoca vocación de servicio público, sentido del deber y lealtad institucional.

Por ello, a través de esta carta, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 31.1 a) y 3 de la Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, solicito a petición propia que el Consejo de Ministros acepte el cese de mi mandato como Fiscal General del Estado.

Agradezco al Gobierno de España la propuesta que el 19 de julio de 2022 cristalizó en mi nombramiento. La confianza depositada entonces es la misma que ahora devuelvo al entender que, una vez conocido el fallo, es el momento de abandonar el desempeño de tan alta responsabilidad.

Sin otro particular, aprovecho la ocasión para transmitirte un afectuoso saludo».

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