Las galletas sin azúcar suelen ser la opción perfecta para quienes quieren algo dulce sin sentirse culpables después. Tienen esa magia de lo casero, ese aroma que llena la cocina y que recuerda que lo sencillo también puede ser delicioso. Y aunque muchos creen que preparar galletas sin azúcar es complicado o que quedan menos sabrosas, la realidad es que con un par de trucos salen crujientes y con un sabor más que digno.
Además, hacer tus propias galletas sin azúcar te permite controlar todo lo que utilizas y llevas a la mesa. Sabes exactamente qué ingredientes usas, qué evitas y por qué, y lo mejor de todo es que no necesitas tener experiencia en repostería, pues solo bastan ganas de encender el horno y seguir unos pasos básicos que cualquiera puede replicar en casa, y que te vamos a enseñar a continuación.
3Cómo conservarlas y personalizarlas a tu gusto
Cuando estén frías, vas a necesitar un tarro hermético, en donde puedas guardarlas para que no absorban humedad y se mantengan crujientes durante varios días. Si quieres experimentar, puedes cambiar la vainilla por ralladura de limón, mezclar cacao sin azúcar o incluso añadir un poco de coco. Las galletas sin azúcar aceptan muy bien las variaciones y eso es lo más interesante.
Y lo más importante de todo es que no te quedes con la idea de que son una versión “menos dulce” de unas galletas normales o que no van a saber tan rica como una galletas súper dulces. Si sigues estos pasos, descubrirás que preparar galletas sin azúcar en casa es una forma de darte un capricho sin excesos y, además, una de esas recetas que se disfrutan tanto al hacerlas como al comerlas.
