La tensión escaló a niveles máximos hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados, donde el secretario general del Partido Popular, Miguel Tellado, lanzó una andanada sin precedentes contra el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. En un discurso encendido, Tellado no dudó en catalogar a Bolaños como el ministro de Justicia de una supuesta «organización criminal» que, según el popular, estaría compuesta por figuras como José Luis Ábalos, Santos Cerdán, Álvaro García Ortiz, Arnaldo Otegi y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Entre delincuentes anda el juego», sentenció Tellado, marcando el inicio de lo que calificó como «otra semana fantástica de la corrupción socialista».
El dirigente del PP puso el foco en la reciente condena del Tribunal Supremo contra el exfiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, destacando que el delito se produjo presuntamente «siguiendo instrucciones de La Moncloa». Tellado ironizó sobre cómo el propio ministro Bolaños se habría librado del banquillo de los acusados gracias a la supuesta «destrucción de pruebas».

Además, el líder popular elevó la presión sobre el caso Ábalos, mencionando la vista judicial pendiente y la petición fiscal de veinticuatro años de cárcel para el exministro, a quien Sánchez «aforó y echaba de menos». Tellado subrayó que el sanchismo ya tiene su primer condenado, aunque advirtió que «habrá más».
El secretario general del PP exigió la inhabilitación inmediata de Bolaños y Sánchez por ser quienes nombraron a García Ortiz y por haberle «empujado a delinquir». Calificó de «canibalismo político» que el Gobierno y la televisión pública hablen de «golpismo judicial», un hecho que, a su juicio, «debería darles vergüenza. Finalmente, Tellado remató su intervención tildando al ministro de Justicia de «bruja Lola» por haber pronosticado que «la verdad se abrirá paso» en el caso de García Ortiz, ahora condenado, y le emplazó a aclarar si sigue manteniendo dicha defensa. Todo ello, mientras recordaba la noticia conocida esta semana sobre la negociación personal de Sánchez con Otegi en un caserío vasco para «el asalto al poder».





