En eventos recientes, las imágenes obtenidas por un pasajero se viralizaron inmediatamente en redes sociales. Se trata de la Guardia Civil intentando detener a una luchadora irlandesa de artes marciales mixtas (MMA). Según medios locales, el incidente ocurrió en un avión de Ryanair que estaba a punto de partir desde el aeropuerto de Gran Canaria hasta Dublín. Frente al momento que generó mucha tensión, a tal punto, que tuvieron que abortar el despegue por la actitud violenta de la mujer, que fue detenida después de atacar a dos agentes que siguen de baja.
La luchadora de MMA, Sinead Kavanagh, agredió a dos agentes de la Guardia Civil, quienes atendieron el llamado del personal de cabina ante la actitud violenta. Las investigaciones siguen en curso para develar el motivo por el cual esta luchadora tomó la decisión de no cooperar con las autoridades y desatar la polémica que no tardó en llegar a las redes. Según lo reseñado por el medio Canarias 7, el enojo de los pasajeros se hizo sentir luego que la deportista provocara que el piloto cancelara el vuelo.
4LA LEY TE AMPARA FRENTE A LA GUARDIA CIVIL
Todos en algún momento en la vida hemos tenido algún encuentro cercano con algún agente de Policía Nacional o La Guardia Civil. Pero, existen algunos casos en los que exigir que tus derechos se respeten no es un acto ilegal. El primer consejo que comparte la abogada Estrada, es que si te detiene la Policía Nacional siempre tendrás derecho a una llamada, puedes contactar a quien tú quieras. Por lo que si un agente de la policía o de la Guardia Civil, niega tu derecho a una llamada o quiere llevarte directo al calabozo sin pruebas, aquí es donde tus derechos se mantienen intactos y debes luchar por ellos.
Recuerda que el conocimiento es poder y con estos consejos estarás en una mejor posición. Además, muchas veces nos podemos encontrar con que no son policías o guardias reales y aunque es increíble de pensar, existen algunos delincuentes que se atreven a usurpar uniformes para cometer actos delictivos. Por eso es necesario saber reconocerlos, empezando por la forma en la que se expresan y los motivos por los que te tocan a la puerta de tu casa o te detienen en plena vía sin ningún motivo.






