Europa siempre aparece como ese punto de partida ideal cuando pensamos en un nuevo comienzo, quizá porque concentra tantas culturas, historias y paisajes en distancias relativamente cortas que permite soñar en grande sin necesidad de presupuestos imposibles. En estas últimas semanas del año, cuando todos empezamos a hacer balance y a imaginar cómo queremos arrancar el 2026, volver a mirar hacia Europa se convierte en una invitación natural.
Y es que Europa ofrece la oportunidad de descubrir grandes capitales sin dejar temblando la cuenta bancaria si se sabe elegir bien la fecha y los paquetes adecuados. Desde ciudades con alma imperial hasta urbes vanguardistas que laten a un ritmo propio, el continente se despliega como un catálogo inmenso de posibilidades. Por eso tres destinos concretos se posicionan como apuestas firmes para comenzar el año con energía renovada y con la sensación de que aún quedan muchos rincones del mapa por descubrir.
2Roma, un viaje imprescindible para comprender el continente
Si hay un lugar en Europa que nos obliga a mirar hacia atrás para entender quiénes somos hoy, ese lugar es Roma. La capital italiana mantiene esa mezcla única entre historia milenaria y vida contemporánea que hace que uno pueda pasar de contemplar el Coliseo a perderse por las calles del Trastevere sin sentir que ha cambiado de escenario. Cada piedra del Foro, cada rincón de la Roma medieval y cada fuente barroca, como la icónica Fontana di Trevi, parecen hablar al visitante con una naturalidad sorprendente.
Y aunque suene a tópico, cualquier momento es bueno para volver a la Ciudad Eterna porque siempre guarda un detalle nuevo para quien la recorre. En febrero, además, se pueden encontrar opciones muy asequibles desde 147 euros por persona, una oportunidad fantástica para sumergirse en un destino que, por alguna razón difícil de definir, siempre deja huella. Roma es de esos lugares que recuerdan por qué Europa sigue siendo un continente lleno de capas y significados que vale la pena explorar sin prisa.






