La Brigada «Guadarrama» XII (BRIAC XII), la única Gran Unidad Acorazada del Ejército de Tierra español, ha vuelto a demostrar su papel central en la defensa y la diplomacia internacional al tomar el mando de la operación «Libre Hidalgo» en el sur del Líbano. Este despliegue, que se lleva a cabo dentro del marco de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL o UNIFIL), subraya la dualidad de la Brigada: una fuerza de choque formidable en escenarios de alta intensidad y, a la vez, una pieza fundamental en las misiones de paz más delicadas del planeta, como es esta del Líbano en la que recientemente han tomado posesión.
Fundada el 1 de febrero de 1966 y heredera de una larga tradición blindada, la BRIAC XII, con sus cuarteles en El Goloso (Madrid), Pamplona y Valladolid, es sinónimo de potencia, protección y movilidad. Sus elementos clave, el carro de combate «Leopardo» 2E y el Vehículo de Combate de Infantería «Pizarro», la convierten en la punta de lanza del Ejército, diseñada para el combate de alta intensidad. No obstante, en el Líbano, esta impresionante capacidad se transforma en una herramienta de disuasión y estabilidad, crucial para el mantenimiento de un frágil equilibrio regional.
MISIÓN EN LA ENCRUCIJADA DE ORIENTE PRÓXIMO
La presencia de la «Guadarrama» XII en el Líbano, que se extiende a lo largo de seis meses y que recientemente ha iniciado su relevo en noviembre de 2025 (BRILIB XLIV), se centra en una de las zonas geográficas más volátiles del mundo: la Línea Azul, la demarcación fronteriza entre el Líbano e Israel.
La misión principal de esta unidad acorazada no es otra que vigilar el cese de hostilidades entre las partes en conflicto, particularmente entre Israel y la milicia de Hezbolá. Este cometido exige una vigilancia constante y una capacidad de reacción inmediata para prevenir escaladas que pudieran sumir a la región en un nuevo conflicto armado. Los efectivos de la Brigada no solo actúan como observadores imparciales, sino como una fuerza de interposición y estabilización con la autoridad y la capacidad militar suficiente para disuadir cualquier violación del cese el fuego.
Un cometido igualmente vital es el de acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL). Los soldados españoles trabajan mano a mano con el ejército libanés para reforzar su capacidad de ejercer una autoridad efectiva sobre el sur del país. Este esfuerzo cooperativo busca garantizar la seguridad en la zona de operaciones, impidiendo el contrabando de armas y contribuyendo a la restauración de la plena soberanía del Gobierno de Beirut en su territorio.
España, gracias a la capacidad de liderazgo y despliegue de brigadas como la «Guadarrama» XII, ostenta habitualmente el mando del Sector Este de UNIFIL. Esta responsabilidad multinacional implica no solo ejecutar la misión propia, sino también dirigir y coordinar a contingentes de otras siete naciones, incluyendo India, Nepal, Indonesia, Serbia, El Salvador y Brasil. Este liderazgo es un reconocimiento a la profesionalidad y la interoperabilidad de las fuerzas españolas. Además de la seguridad y el mantenimiento de la paz, los efectivos españoles facilitan el acceso humanitario a las poblaciones civiles, una tarea esencial en una región marcada por la pobreza y los desplazamientos.
CAPACIDADES DE ALTA INTENSIDAD DE COMBATE
Aunque la misión en el Líbano es de mantenimiento de la paz, la efectividad de la «Guadarrama» XII reside en las capacidades forjadas para el combate de alta intensidad. La Brigada proyecta una fuerza de potencia de fuego y choque inigualable. El Leopardo 2E no es solo un vehículo, es una plataforma de dominio táctico, capaz de neutralizar cualquier amenaza blindada a gran distancia, proporcionando a la Brigada la capacidad de liderar maniobras de choque o de crear un escudo de protección. El «Pizarro» permite a la Infantería combatir bajo la protección de un blindaje pesado hasta el momento crítico del asalto a pie, mientras que la artillería autopropulsada M-109 A5 garantiza apoyo de fuego indirecto con la capacidad de batir un objetivo y moverse al instante (teoría Shoot & Scoot), esencial para la supervivencia en cualquier entorno hostil.
Esta fuerza se caracteriza por su movilidad estratégica y táctica. Sus plataformas sobre cadenas permiten superar terrenos geográficos complejos, como los del sur del Líbano, donde las unidades de ruedas serían vulnerables. Pero su aptitud no es solo local; la Brigada ha sido certificada para la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad (VJTF) de la OTAN, lo que implica que la «Guadarrama» XII ha demostrado poder desplegarse y entrar en acción en cualquier punto de la Alianza en cuestión de días. Este requerimiento de alerta máxima y tiempo de reacción extremadamente corto eleva a la Brigada al estatus de élite global, validando su preparación, logística y la interoperabilidad con las fuerzas aliadas.
La protección y supervivencia son un sello de esta unidad. El uso de blindaje pesado y sistemas modernos de guerra electrónica son cruciales para mitigar el riesgo en un teatro de operaciones como el libanés, donde la amenaza puede provenir de artefactos explosivos improvisados o de fuego directo esporádico.
Finalmente, la capacidad logística y de apoyo de la Brigada es lo que le otorga autonomía. Con batallones de Zapadores e ingenieros, la «Guadarrama» puede autogestionar la reparación de sus sofisticados sistemas de armas y superar obstáculos de terreno, lo que es vital para mantener la operatividad y la presencia de patrullas a lo largo de la Línea Azul.
En conclusión, la Brigada «Guadarrama» XII no solo es la unidad más potente del Ejército español, sino también un pilar de la política exterior y de seguridad del país. Su despliegue en el Líbano, que se prolongará hasta finales de mayo o principios de junio de 2026, reafirma el compromiso de España con la paz y la seguridad internacional, utilizando su capacidad acorazada como garante de la estabilidad en una de las regiones más sensibles del mundo. Su historial en Bosnia, Kosovo, Afganistán e Irak, y su papel constante en el Líbano, consolidan su reputación como una fuerza de élite, preparada para la guerra, pero dedicada a la paz.
