El roscón de bizcocho se ha convertido en la mejor alternativa para quienes quieren un postre festivo sin pasar horas amasando. Si lo vas a preparar, debes saber que el roscón de bizcocho tiene la virtud de ser sencillo, esponjoso y capaz de quedar perfecto incluso si no tienes demasiada experiencia en repostería. Es justo ese punto medio entre lo casero y lo elegante lo que hace que cada año más gente se anime a hornearlo en casa.
Además, el roscón de bizcocho permite jugar con los rellenos, aunque el de crema sigue siendo el favorito porque combina a la perfección con la suavidad del bizcocho. Si sigues los pasos con calma y te organizas bien antes de empezar, verás que el proceso fluye casi solo y que, en cuanto lo tengas delante, parecerá sacado de una pastelería.
1Ingredientes qué debes tener listo antes de empezar
Debes reunir todos los ingredientes antes de hacer cualquier cosa, porque un roscón de bizcocho necesita orden desde el primer minuto. Coloca sobre la mesa huevos, azúcar, harina, levadura química, ralladura de limón o naranja y vainilla. Para la crema, ten preparada leche, yemas, maicena, azúcar y un poco de mantequilla. Tenerlo todo ahí, a la vista, te permite avanzar sin interrupciones y mantener la textura esponjosa del roscón de bizcocho.
También debes fijarte bien en la calidad: usa huevos frescos, una ralladura aromática y una mantequilla suave. Aunque parezca un detalle menor, estos pequeños gestos son los que determinan si tu roscón de bizcocho tendrá ese sabor limpio y equilibrado que buscas. Cuando los ingredientes son buenos, el resultado se nota desde el primer corte.






