El ambicioso programa del Vehículo de Combate sobre Ruedas VCR 8×8 ‘Dragón’, la que se creía columna vertebral de la futura modernización del Ejército de Tierra español, ha entrado en una fase crítica marcada por la reestructuración contractual y un horizonte de entrega que se extiende hasta el año 2028, un nuevo retraso que vuelve a enfadar al Ejército. El Ministerio de Defensa, a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), ha formalizado un acuerdo de modificación con el consorcio Tess Defence, liderado por la tecnológica Indra, que no solo confirma los persistentes retrasos, sino que también exige profundas mejoras técnicas en los vehículos.
Unas mejoras que tras los múltiples retrasos deben, en teoría, adaptar estos vehículos de combate a las características actuales de los conflictos. En referencia a esto, desde el Ejército de Tierra se protestó ante los modelos ofrecidos debido a que gracias a los retrasos, estos vehículos habían quedado obsoletos para las necesidades y desafíos que nuestros militares deben afrontar en la actualidad. Especialmente ante el papel que han tomado los drones tras la Guerra de Ucrania, un elemento que ha transformado las características de los conflictos actuales.

NUEVA FECHA DE ENTREGA
La nueva fecha límite, fijada ahora en 2028, supone una admisión explícita del incumplimiento de los objetivos iniciales. Se recuerda que los planes originales preveían la entrega de 92 unidades solo durante el año 2024, un hito que no se pudo materializar. Este incumplimiento, que se extiende a las previsiones de un alto volumen de entregas para 2025, ha obligado a renegociar el calendario para la totalidad de la primera fase, que abarca 348 unidades.
En el fondo de esta demora subyacen no solo cuestiones de calendario, sino problemas técnicos que han requerido la intervención directa de la industria. Un reciente informe de Defensa, revelado en octubre, señalaba que el VCR 8×8 ha experimentado problemas recurrentes en el sistema de transmisión desde el pasado mes de enero, un fallo que ha complicado las pruebas de aceptación y la producción en serie, algo que contó en exclusiva MONCLOA.COM.
Para abordar estos desafíos, las modificaciones contractuales encargadas a Indra, cuyo rol es fundamental en los sistemas electrónicos, se concentran en el «cerebro» del vehículo: la Arquitectura Electrónica y los Sistemas de Misión. Indra, como responsable de esta integración, debe garantizar que el ‘Dragón’ incorpore la tecnología más avanzada, asegurando que el vehículo cumpla con los estándares operativos más recientes y exigentes del Ejército de Tierra.

MEJORAS TÉCNICAS
Entre las mejoras técnicas más significativas, se encuentra la actualización de la Arquitectura Electrónica y el Sistema de Misión, buscando una modernización que eleve el rendimiento general de la plataforma. Fundamentalmente, se ha pactado una evolución de la configuración del Sistema de Consciencia Situacional. Este sistema, desarrollado por Indra, dota al vehículo de una visión de 360 grados asistida por Inteligencia Artificial (IA), lo que proporciona a la tripulación una conciencia situacional completa del entorno, un factor crítico para incrementar la eficacia y la supervivencia en misiones.
Paralelamente, el acuerdo obliga a revisar y actualizar los requisitos de los simuladores y sistemas de formación virtual. Esta medida es considerada esencial por Defensa para poder capacitar adecuadamente a las futuras tripulaciones en el manejo de los sistemas complejos del ‘Dragón’ antes de su despliegue operativo. Adicionalmente, se ha modificado el sistema de entrenamiento asociado al propio sistema de armas, una mejora crucial para el adiestramiento de los operadores.
Además de los sistemas electrónicos, la Dirección General de Armamento y Material y Tess Defence han acordado la modificación de configuraciones en varias versiones del vehículo, afectando tanto a las variantes más sencillas como a las de combate especializadas, tales como los vehículos de Zapadores o los de Combate.

DURAS NEGOCIACIONES
El telón de fondo de esta renegociación contractual está siendo bastante duro. La Ministra de Defensa, Margarita Robles, ha manifestado su profunda «preocupación» por la cadena de demoras, elevando la tensión con el consorcio industrial. El Ministerio ha puesto sobre la mesa la posibilidad de imponer sanciones multimillonarias a Tess Defence si no se cumplen estrictamente los nuevos plazos acordados.
A pesar de esta severidad y del retraso general, el consorcio se ha comprometido a intensificar las entregas en el corto plazo. El objetivo es entregar una agrupación táctica de 57 vehículos antes de que finalice el presente año, un esfuerzo para intentar mitigar el déficit de unidades y demostrar la capacidad productiva del proyecto, aunque el ritmo sigue siendo inferior a las ambiciosas previsiones iniciales. El éxito de estos ajustes técnicos y el cumplimiento del nuevo y firme plazo de 2028 serán determinantes para la modernización de las capacidades terrestres españolas, en un programa valorado en miles de millones de euros.






